Uno de los creadores de la inteligencia artificial carga contra las grandes empresas y defiende un modelo “propiedad del usuario”
Una de las mentes detrás de la revolución de la inteligencia artificial lo tiene claro: es necesario permitir que esta sea abierta, o de lo contrario podría convertirse en una amenaza.
Al pensar en grandes nombres vinculados a la tecnología de moda, la inteligencia artificial, es posible que te vengan a la cabeza celebridades como Sam Altman. Al fin y al cabo, el CEO de OpenAI es quien más se vincula con la IA, sobre todo desde que fuese despedido y luego readmitido en su puesto, y por todas las polémicas que ha vivido desde entonces.
Sin embargo, ¿quién iría en segunda posición? Esa pregunta ya no resulta igual de sencilla de responder, ¿verdad? Quizá pensaras en Jensen Huang, el líder en envidia que se está forrando a consecuencia de fabricar chips para la inteligencia artificial o el propio Elon Musk. Sin embargo, hay otros expertos importantes, menos conocidos, y que tienen mucho que decir.
La inteligencia artificial no puede ser cosas de las grandes empresas
Uno de estos nombres, mucho menos mediáticos, pero absolutamente imprescindibles para comprender la IA, su pasado y a dónde puede conducir, es el de Illia Polosukhin. Si nunca has escuchado hablar de este investigador y experto en inteligencia artificial, seguramente lo haga en el futuro. Es el fundador de NEAR, y anteriormente formó parte de empresas como Google.
De alguna forma, y como rememoran medios como Wired, Illia fue uno de los responsables de que la inteligencia artificial sea lo que es. O lo que viene a significar lo mismo: tuvo bastante importancia a la hora de crear la tecnología con la que se nutre actualmente la IA. Fue uno de los profesionales que ingenió cómo potenciar esta tecnología en 2017.
Desde entonces, no obstante, ha llovido mucho, y la inteligencia artificial está protagonizando una revolución prácticamente a la altura de Internet, por mucho que algunos sean escépticos al respecto. Illia, por su parte, no está contento por cómo están llevándose a cabo las cosas, y teme que las grandes empresas sean quienes se adueñen finalmente de la IA.
Sobre todo, porque no le gusta que las muchas tecnológicas sean opacas a la hora de revelar cómo están entrenando a sus inteligencias artificiales, con qué criterios e impidan que externos sean capaces de modificar nada. En lugar de eso, él promueve todo lo contrario: un código abierto. Es decir, que lo que desea es un modelo que verdaderamente sea propiedad del usuario.
Los riesgos que se esconden detrás de la inteligencia artificial
Todas están interpretaciones que la IA que tiene Illia Polosukhin no son casuales. Su visión coincide con la de aquellos expertos que aseguran que si se pretende hacer de la inteligencia artificial un negocio, puede ser peligroso. Al no conocer los parámetros que se siguen, tampoco es posible estar muy seguros del tipo de decisiones que tomará una IA con el tiempo.
“Las empresas dicen que necesitan más dinero para poder entrenar mejores modelos”, explica Illian, repitiendo las palabras de algunas compañías, pero su planteamiento es muy distinto: “Esos modelos serán en realidad mejores manipulando a las personas y se pueden ajustar mejor para generar ingresos”
Por eso mismo, el antiguo trabajador de Google lo tiene claro: la única forma de que la IA sea segura es permitiendo que sea transparente. Aunque claro, probablemente no todo el mundo coincida con él.
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Etiquetas: Inteligencia artificial