Un nuevo avance en el campo de la informática cuántica de la mano de la startup Atom Computing ha dejado a muchos con la boca abierta. Esta empresa ha revelado su primer ordenador cuántico con una capacidad que quita el hipo: 1.000 qubits.

Entender qué hace que esta noticia sea tan importante requiere un poco de contexto. Los ordenadores cuánticos son máquinas extremadamente poderosas que se basan en la física cuántica para realizar cálculos. 

A diferencia de los ordenadores tradicionales que utilizan bits —ceros y unos— para procesar información, estos utilizan qubits, que pueden representar ceros, unos o ambos al mismo tiempo gracias a un fenómeno llamado superposición cuántica. Esto les da una gran ventaja en términos de potencia de procesamiento y les permite resolver problemas que son prácticamente imposibles.

Entonces, ¿por qué es tan importante el anuncio de Atom Computing? Su nuevo ordenador cuántico es uno de los más avanzados jamás creados, con más de 1.000 qubits. Para ponerlo en perspectiva, ordenador cuántico más poderoso anteriormente era el Osprey de IBM, que tenía 433 qubits. Esto significa que el de Atom tiene más del doble de capacidad para realizar cálculos cuánticos.

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La forma en que Atom ha logrado este avance es utilizando átomos de iterbio como qubits. Estos átomos se mantienen juntos y se manipulan con láseres para almacenar y procesar información. El iterbio resulta ser una elección perfecta porque es relativamente simple desde el punto de vista cuántico, lo que facilita su manipulación y medición en comparación con otros átomos más complejos.

Una de las características que también merece ser mencionada del ordenador cuántico de Atom es su capacidad para medir circuitos cuánticos intermedios sin afectar a los qubits circundantes. Esto, para que te hagas una ligera idea, garantiza una mayor precisión en los cálculos y permite una mayor flexibilidad en la realización de tareas cuánticas.

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Otro aspecto a resaltar es la duración durante la cual los qubits pueden mantener su información, lo que se conoce como "tiempo de coherencia". En el caso del ordenador de Atom, este tiempo de coherencia es de aproximadamente 40 segundos. 

Para comparar, la Osprey de IBM tiene un tiempo de coherencia de solo alrededor de 80 microsegundos. Esto significa que el de Atom puede realizar cálculos más complejos y mantener información útil durante períodos más largos.

Entonces, ¿cómo podría esto cambiar el mundo de la informática y más allá? 

La computación cuántica tiene el potencial de transformar la forma con la que se resuelven tareas más complejas en la actualidad. Imagina que estás tratando de diseñar medicamentos más efectivos para combatir enfermedades, entender qué se esconde en el universo o crear soluciones que consigan al fin resolver los graves problemas del cambio climático. 

Estas son tareas enormemente complicadas que requieren un poder de cálculo de otro nivel, pero los ordenadores cuánticos puede resolver estos y otros tantos problemas con una velocidad y precisión que los ordenadores tradicionales no pueden igualar. 

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Yendo a un lado algo más negativo, la criptografía, que es actualmente fundamental en la seguridad de la información, se verá afectada, ya que los ordenadores cuánticos pueden romper, por así decirlo, los sistemas de encriptación actuales. Esto, aunque suena bastante problemático, es probable que de pie a sistemas aún más seguros que los que actualmente se conocen.

Como ves, las posibilidades, y eso que solo se han comentado algunas, son casi infinitas y lograr tal potencia en un ordenador cuántico se ha convertido en un gran objetivo a conseguir.

Sin embargo, Atom Computing no está solo en esta carrera. Grandes empresas como la antes mencionada IBM también están avanzando rápidamente en la construcción de ordenadores cuánticos cada vez más poderosos. Por ejemplo, se espera que IBM anuncie su propia plataforma de computación cuántica, llamada Condor, con 1.121 qubits en las próximas semanas.