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El presidente de Microsoft avisa de la amenaza latente de la IA sin control humano

Brad Smith, presidente de Microsoft.

Reuters

El control humano es el elemento clave que mantiene a la IA bajo control y su desarrollo siguiendo esta estrategia es el camino a seguir para el presidente de Microsoft.

La IA, su uso y, sobre todo, las repercusiones éticas de su desarrollo son temas de actualidad. El desarrollo de la Inteligencia Artificial ha florecido a lo largo de los últimos años, prácticamente todas las grandes empresas de software y servicios han decidido apostar por la IA para así no quedarse atrás en una carrera que ellas mismas han empezado.

El problema del libre albedrío. La IA no está sujeta al razonamiento y a las leyes humanas, son las personas detrás de estos modelos de aprendizaje los que inculcan conceptos o normas a las que deben atenerse. Esta situación, como base, sirve de justificación para la supervisión humana. Pero no es la única y Brad Smith, presidente de Microsoft, ha hablado acerca de una razón de peso.

La militarización de la IA como el fin de la humanidad. En una entrevista a la CNBC, Brad Smith ha expresado su preocupación sobre el uso de la IA con fines militares. No es una preocupación nueva, toda tecnología es capaz de convertirse tanto en una herramienta como en un arma. El problema de la IA es su mayor capacidad de autogestión sin necesidad humana.

Un botón del pánico. Subyugar a la Inteligencia Artificial es un punto esencial de su desarrollo, evitando así el miedo a que esta tecnología pueda volverse en contra de los seres humanos. Brad Smith va más allá y asegura que todos los sistemas que empleen esta tecnología han de contar con un elemento que permita su desconexión física en caso de que el desastre ocurra.

El presidente de Microsoft explica por qué la IA necesita supervisión humana

Hacer lo correcto. A lo largo de la entrevista, el presidente de Microsoft deja claro que está en mano de las grandes empresas como OpenAI o Meta el desarrollo de la IA de forma segura. Pero esto no es suficiente, considera que la creación de un marco legal que regule la Inteligencia Artificial puede suponer un beneficio enorme al pautar cómo se ha de crear y utilizar esta tecnología.

La IA es una herramienta de doble filo. Todavía no hay nada escrito sobre el futuro de esta tecnología, pero las grandes empresas y las mentes del panorama empresarial están haciendo los movimientos necesarios para que todo fluya de manera correcta. Eso sí, el desastre siempre está en el horizonte y puede que la tormenta sea un evento inevitable para el avance de la tecnología.

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