Hace unas semanas, Sony presentó casi por sorpresa una nueva edición de PS5, la PS5 Slim. Técnicamente, no debería llevar ese sobrenombre, puesto que cuando se terminen las existencias actuales de la PlayStation 5 original, la compañía japonesa ya no fabricará más y solo se podrá adquirir la nueva versión.

La actualización de la máquina llega con interesantes novedades bajo el brazo como más memoria interna y un tamaño más reducido. Lo más importante y relevante es que el lector de discos Blu-Ray se podrá extraer de la consola con lector y se podrá comprar uno por separado para añadirlo a la Digital Edition por si te apetece. 

Ahora bien, los últimos informes sugieren  que la PS5 necesitará de conexión a internet durante la configuración inicial del reproductor Blu-Ray. Lo que se desconoce es si este requisito únicamente se quedará en el emparejamiento inicial o si será necesario hacerlo cada vez que se vuelva a conectar la unidad. 

Si ocurre el segundo caso, esto podría hacer que el reproductor Blu-Ray de la PS5 pueda quedar obsoleto en el futuro, ya que depende de la conectividad a internet para sus funciones esenciales. 

Si los servidores que se utilizan para este proceso de emparejamiento se desconectan en el futuro, esto podría impedir que las nuevas consolas PS5 pudiesen leer discos, algo que supondría un enorme reto para la conversación de los videojuegos físicos en una era cada vez más digital. 

Cerrar servidores antiguos es muy habitual y hay casos recientes que impiden acceder a catálogos clásicos de videojuegos. 

Nintendo, por poner un ejemplo, cerró la eShop de Nintendo DS y Wii U, algo que ha dejado 1.000 juegos obsoletos para siempre. Microsoft ha anunciado el cierre de la tienda de Xbox 360 para 2024 recientemente. Sony, por su parte, cerrará los servidores de Gran Turismo Sport a principios del año que viene. Hay ejemplos en todas partes. 

A corto plazo, como es lógico, no es motivo de alarma, pero la pregunta es: ¿Qué ocurrirá en 10 o 15 años? Si al final no se puede conectar el lector de discos de la consola porque los servidores están cerrados, todos estos títulos que tienes guardados en una estantería se quedarán obsoletos y solo podrás jugarlos de manera digital. 

O ni eso. Si al final se cierran servidores de PSN, tampoco será posible disfrutarlos de esta manera, lo que pone en peligro la conservación de los videojuegos. 

Este requisito puede estar relacionado con la Digital Millennium Copyright Act, que prohíbe eludir las medidas tecnológicas que controlan el acceso a contenidos protegidos por derechos de autor. Aunque la ley pretende evitar la piratería, también ha sido criticada por limitar los esfuerzos de reparación.

La consola se pondrá a la venta el 8 de noviembre en Estados Unidos por 549,99 euros y 449,99 euros por el modelo estándar o el modelo digital, respectivamente. Por su parte, la unidad de disco Blu-Ray se puede adquirir por separado por 119,99 euros.