Este fin de semana desde luego ha sido toda una locura para los fanáticos de la inteligencia artificial. Como ya sabrás, Sam Altman, CEO de OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT, ha sido despedido fulminantemente, aunque algunas voces hablaron de una vuelta antes de lo esperado. 

Finalmente, y para sorpresa de muchos, no, Sam Altman no regresará a la empresa pese a las amenazas de algunos trabajadores y la junta directiva ha sorprendido al nombrar a Emmett Shear, ex CEO y cofundador de Twitch, como CEO interino. 

El consejo de administración, compuesto por figuras destacadas en el ámbito científico y de seguridad de la inteligencia artificial, como Ilya Sutskever y Adam D'Angelo, se enfrentó a la difícil decisión de no ceder a las demandas de Altman y elegir a Emmett Shear como CEO interino. 

Fuentes informan que la junta considera que destituir a Altman es el "único camino" para cumplir la misión de OpenAI de lograr una inteligencia artificial general "ampliamente beneficiosa". 

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Sin embargo, la falta de transparencia en torno a las razones exactas detrás del despido de Altman y las negociaciones posteriores ha dejado a empleados, inversores y expertos con la boca abierta y muchos de ellos muy enfadados.

La junta ha argumentado que Altman no fue "consistentemente sincero en sus comunicaciones", lo que generó tensiones y llevó a la rápida sucesión de eventos. La falta de claridad sobre la situación ha llevado a una serie de plazos incumplidos y, en última instancia, a la designación de Shear como líder interino.

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Shear, conocido por ser el cofundador de Twitch, se encuentra en una posición bastante extraña al liderar la considerada por muchos como la gran empresa de inteligencia artificial del mundo, a pesar de no ser considerado un líder destacado en este sector.

Su nombramiento no cabe duda de que pone sobre la mesa muchas dudas sobre el rumbo que tomará ahora OpenAI bajo su liderazgo, especialmente después de su salida de Twitch antes de una importante ronda de despidos en marzo: ¿Ocurrirá lo mismo en OpenAI?

Además, la salida de Altman y Greg Brockman, seguida por la de varios investigadores senior, plantea la posibilidad de una fuga masiva de talento detrás de ellos, ya que se especula con la posibilidad de que ambos creen una nueva startup.