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Esta marca de plumas adivinó las gafas, anillos y relojes inteligentes en 1963

Esta marca de plumas adivinó las gafas, anillos y relojes inteligentes en 1963

Sheaffer

Hace más de medio siglo, el fabricante de plumas estilográficas Sheaffer predijo el futuro, tal como lo conocemos. Aunque se equivocó en la cosa que más le importaba.

Si hacemos caso a las películas y series de hace 60 o 70 años, en 2024 todo el mundo tendría que tener su propio coche volador y un robot sirviente, mientras viajamos a la Luna para pasar el fin de semana. El futuro está llegando más lentamente de lo imaginado, pero un fabricante de estilográficas, Sheaffer, dio en el clavo.

Sheaffer es un fabricante de plumas estilográficas de lujo fundado por Walter A. Sheaffer, en 1913. En los años 60 presumía de que sus plumas, recargables, duraban toda la vida, por eso entre 1963 y 1964 puso en marcha una original campaña publicitaria en los periódicos y revistas de la época.

La campaña intenta predecir los avances tecnológicos del siglo XXI, y lo asombroso es que predice con bastante exactitud muchos de ellos: el correo electrónico, la banca online, las gafas con cámaras, los móviles, los anillos inteligentes, los traductores con IA, etc.

Sheaffer predice el futuro tecnológico

La campaña publicitaria se centra en predecir futuros inventos cotidianos del siglo XXI, que la gente usará en el día a día. En la foto de apertura de la noticia podemos ver el correo electrónico: una especie de tablet que transcribe la escritura a mano al lenguaje digital, para enviar el mensaje por teléfono.

La idea que se repite en esta campaña, es que en siglo XXI la gente usará tecnología de ciencia-ficción, pero se seguirán utilizando las mismas plumas estilográficas que había en los años 60, porque duran toda la vida:

Esta marca de plumas adivinó las gafas, anillos y relojes inteligentes en 1963

En esta otra imagen podemos ver un teléfono portátil (izquierda), que posee una pantalla para hacer videollamadas. En primer plano hay un reloj inteligente.

Sorprenden las gafas con cámara, una idea que no tan obvia. A nuestros ojos resulta bastante inocente la gran cantidad de botones, pulsadores, y otros elementos mecánicos que muestran estos inventos. Sheaffer no llegó a imaginar las pantallas ni los teclados táctiles.

Como vemos en la siguiente imagen, la campaña transmite el mensaje: "es el futuro, sí, pero aún se seguirá escribiendo a mano con nuestras plumas estilográficas".

Esta marca de plumas adivinó las gafas, anillos y relojes inteligentes en 1963

Sheaffer

A la izquierda podemos ver una chequera que emite cheques, pero con algún tipo de conexión "online" que autoajusta el dinero que te queda en la cuenta del banco. Una versión primigenia de la banca online.

A la derecha tenemos un traductor equipado con inteligencia artificial. Se aprecian dos micrófonos con altavoz unidos por un cable. Al hablar por uno de ellos, se obtiene la traducción en el segundo.

En esta otra imagen, destaca el anillo inteligente, capaz de leer los datos de una tarjeta bancaria o carnet de identidad, aunque no queda muy claro su utilidad, porque parece que el usuario está escribiendo esos datos:

Anillo inteligente retro

Sheaffer

Sorprende la gran cantidad de inventos que adivina, entre 40 y 60 años antes de que se hagan realidad. No olvidemos que en 1963 no existían los ordenadores personales, Internet, ni los wearables.

Pero como seguramente te habrás dado cuenta, la campaña de Sheaffer se equivoca justo en lo que quería transmitir: que en el siglo XXI, la gente seguirá usando plumas estilográficas.

Hoy en día la escritura a mano está en desuso, fuera de los colegios, y muy poca gente sigue escribiendo en pluma estilográfica.

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Este ocaso de la escritura a mano lo ha vivido Sheaffer en sus propias carnes. En sus mejores tiempos su fábrica de Fort Madison, en Iowa (Estados Unidos), llegó a tener 1.000 empleados. Pero en 1997, con el auge de los ordenadores y los móviles, la empresa fue vendida a Société Bic S.A, la marca francesa de los famosos bolis BIC, por 50 millones de dólares.

En 2008, la fábrica de Sheaffer en Iowa cerró. En 2014, la marca fue vendida a  A.T. Cross Company, por solo 15 millones de dólares. Aún sigue vendiendo plumas estilográficas, pero casi a nivel coleccionista.

Sheaffer predijo los inventos del futuro en 1963, pero no fue capaz de adivinar su propio destino: en el siglo XXI, las plumas estilográficas y la escritura a mano, son casi una reliquia del pasado...

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Etiquetas: Viral, Retro, Curiosidades