Cómo nos engañan con las ofertas de trabajo falsas
Así podrás descubrir si te están intentando engañar en una oferta de trabajo que no es lícita. Estos puntos son los clave para conocer las intenciones de la otra parte.
Las estafas laborales son sólo una de las herramientas del arsenal de un estafador y, a medida que cambie el entorno socioeconómico local, también lo harán los señuelos de los estafadores. Si el mercado laboral empeora, es muy probable que desaparezcan las estafas de este tipo.
Los estafadores buscan constantemente puntos débiles en el entramado social para abusar de la confianza de la gente en sistemas o estructuras, haciéndose pasar por trabajadores de bancos, plataformas de comercio electrónico o incluso organismos gubernamentales.
Utilizando este barniz de legitimidad, los estafadores coaccionan a las víctimas para que suelten algo de dinero. Ante la creciente presión y el riesgo percibido de no seguir adelante, las víctimas sucumben a estas falsas narrativas laborales.
Estas son las principales herramientas que usan los estafadores en internet para que creas que su oferta de trabajo es real y que debes mandarles información delicada y personal.
Así nos engañan con las ofertas de trabajo falsas:
- Te piden que compartas datos financieros personales durante una primera selección telefónica
- El entrevistador no te dice el nombre de la empresa
- El anuncio en sí no parece profesional
- Puestos de trabajo y correspondencia mal redactados
- Descripción imprecisa del puesto
- URL sospechosa
- El reclutador tiene un correo electrónico genérico
Te piden que compartas datos financieros personales durante una primera selección telefónica
Cuando recibas una oferta de trabajo oficial (y estés dispuesto a aceptarla), tendrás que rellenar un formulario en el que, por lo general, se te pedirá que facilites datos financieros personales, como tu número de la Seguridad Social.
También tendrá que facilitar a la empresa los datos de su cuenta bancaria para que le ingresen automáticamente la nómina en su cuenta corriente.
Pero ninguno de estos datos es necesario durante la primera entrevista telefónica. En ese momento, la persona que está al otro lado de la línea debería limitarse a examinar sus cualificaciones y calibrar su interés por el puesto en cuestión. Así que si te piden más información, sal corriendo.
Del mismo modo, es muy raro que te ofrezcan un trabajo por teléfono tras una llamada de apenas 30 minutos. Así que asume que te están estafando si la persona con la que hablas te dice: "Genial, ¿cuándo puedes empezar y puedes darme los datos de tu cuenta bancaria para que podamos establecer los pagos?".
El entrevistador no te dice el nombre de la empresa
Algunos anuncios de empleo no incluyen intencionadamente el nombre de la empresa. Para empezar, es una práctica cuestionable. Pero si te piden que hagas una selección telefónica y tu entrevistador no te dice el nombre de la empresa a la que estás solicitando el puesto, es señal de que no hay un trabajo real.
La única forma de que sí estés ante un empleo de verdad, pese a que no te digan el nombre de la empresa, es que te estén llamando de una agencia de cazatalentos, donde los clientes que buscan nuevos trabajadores no quieren decir el nombre de la empresa, por temas de seguridad y privacidad.
El anuncio en sí no parece profesional
No todo el mundo es un genio de la gramática. Y si estás solicitando un empleo en informática o contabilidad, es concebible que el responsable de contratación que elaboró el anuncio no tenga las mejores dotes de redacción.
Pero si ves una oferta de empleo llena de errores y que ni siquiera parece tener sentido, lo más probable es que sea falsa y que no quieras solicitarla. Además, aunque no todo el mundo sabe escribir bien, existe el corrector ortográfico.
Y si el anuncio que estás consultando no ha sido sometido a esta revisión, considéralo una señal de alarma. Hoy en día, hay muchas ofertas de trabajo legítimas sobre la mesa. Pero es importante reconocer las situaciones en las que puedes haber caído en la trampa de un estafador.
Cada vez que revelas información como tu número de la Seguridad Social y tu número de cuenta bancaria a la persona equivocada, corres el riesgo de que te roben la identidad. Por eso es importante estar alerta al solicitar un empleo, dado el número de estafadores que existen.
Puestos de trabajo y correspondencia mal redactados
Ya lo has visto antes: recibes un correo electrónico, y la redacción es simplemente... incorrecta. Puede ser demasiado formal e incómoda, o puede estar llena de errores gramaticales y de puntuación.
Las empresas profesionales no lo permiten. Un anuncio de empleo debe ser fácil de leer y entender, y eso no significa que no pueda haber uno o dos errores tipográficos. Piénsalo de esta manera: si un anuncio de empleo es poco profesional y torpe, ¿cómo sería trabajar para esa empresa?
Descripción imprecisa del puesto
El horario es bueno y el sueldo parece estupendo, pero ¿qué harías exactamente? La descripción del puesto no debería ser difícil de entender.
Si no puedes averiguar qué harías en un trabajo concreto basándote en la descripción, asume que no quieres saberlo. Es probable que sea una estafa.
URL sospechosa
Mientras te informas, echas un vistazo a la página web de la empresa que aparece en la oferta de empleo o que te ha proporcionado el reclutador. En primer lugar, comprueba la URL: ¿está bien escrito el nombre de la empresa?
La mayoría de las empresas quieren que la URL de su sitio web sea corta y sencilla, ya que eso ayuda a Google a identificar su página fácilmente, por lo que una URL larga y confusa puede ser una mala señal. También querrá comprobar el código de país, si existe. Si la URL es claramente de otro país, sopésalo con lo que ya sabes sobre la oferta de empleo.
Microsoft
El reclutador tiene un correo electrónico genérico
Tanto si tu correspondencia es con un reclutador de una agencia de contratación como con el responsable de Recursos Humanos de la empresa contratante, es de esperar que tenga una dirección de correo electrónico de la empresa.
Si el reclutador utiliza un servicio de correo electrónico genérico, como Gmail o Yahoo, o no es de fiar o es muy poco profesional. En cualquiera de los dos casos, será mejor que sigas adelante con esa oferta de trabajo.
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