Cómo formatear un iPhone correctamente antes de venderlo

Si te has comprado un nuevo móvil Android o has adquirido la última versión de un iPhone, no es conveniente dejar tu viejo dispositivo de Apple sin sacarle ningún tipo de provecho.

En ese caso lo mejor sería venderlo, bien utilizando las múltiples plataformas que hay a nuestra disposición para ello, como pueden ser eBay o Wallapop, por poneros dos ejemplos, o venderlo en mano a algún amigo, familiar o conocido.

De esta manera vamos a recuperar algo de lo que hayamos invertido en el nuevo dispositivo que nos acabamos de comprar, minimizando el impacto en nuestra cuenta bancaria.

Llegados a este punto, siempre hay que mantener unas ciertas medidas de seguridad, al dar nuestro viejo iPhone a otra persona.

No se nos debe pasar por la cabeza, ni por un segundo, el hecho de entregar el móvil tal y como nosotros lo tenemos, esperando que la otra persona borré aquello que no les sirva, ya que, si hacemos esto, le estaremos otorgando acceso a todas las cuentas que estén configuradas en vuestro anterior teléfono inteligente.

Imaginamos que esto es algo que nadie va a hacer, pero nuestra obligación es advertirlo por si acaso pudiese llegar a ocurrir tal hecho.

Siempre que vendamos un dispositivo que pueda albergar algún tipo de cuenta privada, debemos borrarlo absolutamente todo. Es decir, formatearlo para que no haya ningún tipo de dato activo.

Por eso hoy te vamos a enseñar cómo formatear un iPhone, para que puedas venderlo sin ningún tipo de temor y con toda la seguridad posible.

Restablecer ajustes de fábrica en un iPhone

No existe una sola manera de formatear un iPhone, sino que podremos optar por varias y elegir nosotros mismos la que más nos convenga.

Al formatear el teléfono vamos a lograr es que esté internamente de la misma manera en la que a nosotros nos llegó por primera vez, es decir, como si viniese de fábrica.

Tampoco debemos pensar que formatear un iPhone es algo complicado, ni lo más mínimo, tan solo hay que seguir los pasos de manera fehaciente, para no cometer ningún error que pudiese poner en peligro la integridad del teléfono.

Antes de realizar esta acción debemos aconsejaros que la batería del dispositivo esté cargada a tope o que no baje de un 80%, ya que si hubiera algún tipo de error y el formateo se alargase más de lo normal, debemos tener margen con la autonomía. Si el teléfono se quedase sin carga en medio de este proceso podría ser un fallo irreversible.

Una vez dicho esto vamos a enseñaros las formas que tenemos ahora mismo para formatear un iPhone.

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El nuevo iPhone 13 Pro cuenta con el mayor salto de calidad de cámaras de la historia de Apple, el procesador A15 Bionic y una gran pantalla a 120 Hz de 6,1 pulgadas.

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Desde el propio teléfono

La inmensa mayoría de la gente que va a formatear un iPhone lo hace desde el propio terminal, puesto que puede que sea la manera más sencilla de realizar tal acción.

Para lograr nuestro fin, que no es otro que el de restaurar el iPhone a fábrica y que no quede ningún solo dato nuestro en la memoria del dispositivo, debemos seguir estos pasos:

• Nos vamos a Ajustes del dispositivo.
• Una vez estamos ahí dentro vamos a pulsar en General para después entrar en Transferir o restablecer.
• Lo siguiente que tenemos que hacer es pulsar en Borrar contenidos y ajustes.
• Y si nos pide la contraseña ID de Apple o el código, debemos ponerlo, ya que si no es así no continuará con el proceso.
• Ahora solo nos queda esperar a que el dispositivo se borre. dependiendo la cantidad de información que tengamos en el terminal, así podrá durar este proceso más o menos minutos.

Desde iTunes

Si el iPhone que queremos formatear es un poco antiguo, podremos hacerlo sirviéndonos de iTunes. 

Para formatear un iPhone con iTunes debemos contar con este software en su última versión, como mínimo con iOS 7 y tener un cable USB.

• Lo primero que debemos hacer es apagar el iPhone, un presionando el botón de bloqueo hasta que aparezca la opción Apagar.
• Una vez que el teléfono esté apagado, mantenemos presionado el botón de inicio y conectamos el cable USB al teléfono y al ordenador.
• Ahora veremos cómo la pantalla del iPhone se pondrá en modo iTunes.
• El ordenador detectará que el iPhone se encuentra en modo recuperación y te aconsejará que lo restaures.
• Para ello debemos pulsar en Aceptar y después en Restaurar iPhone.
• Partir de aquí ocurrirá como en el caso anterior, dependiendo de la cantidad de información que tuviese el teléfono, así tardará más o menos tiempo en restaurarse a fábrica.

Desde iCloud

Otra de las posibilidades que tenemos para formatear un iPhone es hacerlo por medio de iCloud. 

Para poder utilizar este método debes de conocer el código de bloqueo del teléfono y tener activada la función Buscar mi iPhone previamente en los ajustes del terminal. Si alguna de estas dos opciones no está presente, no va a ser posible formatear el dispositivo desde aquí.

Si todo está correcto, lo que debemos de hacer es lo siguiente:

• Debemos ir a la página web de iCloud e iniciar sesión con nuestro ID de Apple y nuestra contraseña.
• Una vez realizada esta acción y entras en la Página de inicio, lo siguiente es pulsar en la opción Buscar.
• Ahora nos va a pedir otra vez la contraseña de iCloud, para que seguidamente hagamos clic en Todos los dispositivos, que está situado en la parte superior de la página.
• En el momento que veamos, en esa lista que sale, el teléfono que queremos restaurar, debemos seleccionarlo.
• Ahora veremos un botón que pone borrar iPhones, el cual es el que debemos pulsar en este momento.
• En cuanto hagamos esto, el terminal se quedará tal y como vino de fábrica, es decir, se van a borrar todos los datos que haya en él.
• Tal y como ocurría en los casos anteriores, el tiempo que va a tardar en proceder esta tarea dependerá de la cantidad de información que hubiese dentro del dispositivo.

Ahora que ya sabes cómo puedes formatear un iPhone solo queda que elijas la forma que mejor te convenga a ti, sabiendo que jamás debes de vender un móvil que tenga información tuya en el interior. Es preferible perder un poco de tiempo para borrarlo todo, que no lamentarnos después.