A diferencia de lo que sucede con otros sistemas operativos como Windows, Linux o incluso Mac, aunque muchos todavía creen que los ordenadores de Apple no tienen virus, cada Smart TV y cada modelo cuenta con sus particularidades, por lo que no sale rentable para los ciberdelincuentes crear un malware específico para cada fabricante o modelo.

La primera premisa que debes tener en cuenta es que un Smart TV cuenta con un sistema operativo lo suficientemente hermético para evitar que los ciberdelincuentes desarrollen un malware universal capaz de atacar a diferentes dispositivos. 

De hecho, cada una de las aplicaciones que vienen integradas en los Smart TV cuenta con su propio sistema de antivirus integrado, por lo que aportarle un plus de seguridad mediante un antivirus podría llegar a convertirse más en un hándicap que en un beneficio dadas las limitaciones de memoria de los televisores inteligente que, como norma general, está muy limitados en este aspecto.

Sin embargo, la brecha de seguridad podría incrementarse al conectarlas a otros dispositivos que pudiesen estar infectados. Ahí sí que estaríamos poniendo en riesgo nuestra seguridad.

No obstante, los antivirus para Smart TV que existen en el mercado se encargan de analizar los archivos internos de almacenamiento, escanear dispositivos conectados por USB y ofrecer sistemas antiphishing. Algo que, en resumen, ya llevan incorporados los propios sistemas operativos de los televisores de fábrica.

Entonces, ¿tienes que instalar un antivirus en tu televisor inteligente?

Históricamente, fabricantes como Samsung o LG han realizado colaboraciones para incluir antivirus integrados en sus sistemas operativos con firmas de la talla de McAfee, aunque no acabaron teniendo éxito.

El único antivirus que podría ser efectivo para una Smart TV es Smart TV Security de ESET, que presenta una solución de seguridad consagrada para todo tipo de equipos informáticos. Pero ni tan siquiera este podría considerarse obligatorio. 

No todos los HDMI de tu Smart TV son iguales, uno de ellos es diferente y seguramente lo estás utilizando mal

No significa que los Smart TV sean inmunes a los ciberataques, ya que están conectados a Internet, pero es más peligroso una memoria USB infectadas o una contraseña poco seguras, que la propia conectividad a la red.

Lo mejor es apostar por el sentido común, porque los televisores inteligentes no poseen una excesiva memoria RAM ni almacenamiento, no es lo más adecuado saturarla con un antivirus. 

Es cierto que algunas empresas de software suelen equipar sus antivirus con otras funciones adicionales, como VPN o bloqueadores de anuncios, que puede ser descargado en televisores. No obstante, es una práctica casi innecesaria y muy poco común.

Métodos de infección por virus de una Smart TV

Las Smart TV pueden recibir malware procedente de aplicaciones fraudulentas o dotadas con código malicioso para que el usuario descargue información de sitios poco fiables. La descarga de APK en sistemas basados en Android acabará siendo contraproducente para el televisor en caso de llevar incorporado un código malicioso en sus archivos.

Como es evidente, acceder a sitios web poco fiables desde el navegador interno es una puerta de entrada al malware. Aunque hay que tener en cuenta que los televisores con Google TV o Android TV cuentan con Google Play Protect para evitar la existencia de aplicaciones maliciosas dentro de la propia tienda oficial de Google. 

En otros sistemas operativos como webOS de LG o Tizen OS de Samsung, existe un nivel de protección tan hermético que no resulta para nada atractivo para los ciberdelincuentes el hecho de inyectar malware. 

Pese a todo, queda demostrado que los antivirus son un software bastante prescindible para un Smart TV, al menos de momento, que de por sí ya vienen completamente protegidas para evitar accesos indeseables e inesperados. De este modo, se garantizará que los usuarios puedan utilizarlas con plena seguridad.

No existe mejor defensa que un buen ataque, de ahí que para las Smart TV lo mejor sea apostar por utilizar contraseñas fuertes (cambiadas cada cierto tiempo), configurar la red de forma segura y desactivar funciones innecesarias (servicios habilitados por defecto, como la funcionalidad de voz o la recopilación de datos).