Ha pasado un año desde que Huawei debería haber anunciado el sucesor del P40 Pro, un móvil que analizamos en 2020 y que nos encantó, pero que no tuvo continuidad el año pasado. Siempre había rumores sobre la presentación, pero no se llegaban a concretar hasta que, por sorpresa, el teléfono apareció en China.

Teniendo en cuenta la situación de Huawei actualmente por el veto comercial, parecía lógico pensar que no íbamos a tener este modelo en nuestro territorio, pero esta semana la compañía china nos sorprendió con el anuncio tanto del P50 Pro como del P50 Pocket para España.

A esa presentación acudimos con algo de ventaja, ya que llevábamos unos días con el terminal y, tras probarlo bien con todo lo que puede ofrecer, aquí va mi análisis del Huawei P50 Pro. 

Apartados del análisis del Huawei P50 Pro:

• Diseño: premium por los cuatro costados y adicto a las huellas
• Pantalla: de lo mejor que puede montar un teléfono tope de gama
• Rendimiento: el Snapdragon 888 es una bestia con bozal en el P50 Pro
• Cámaras: un conjunto muy sólido con un principal excelente y un sensor para Ansel Adams 
• Autonomía: los 4.360 mAh dan para un día de uso si no exiges demasiado
• Conclusión: llega tardísimo y sin GMS, pero con una pantalla y unas cámaras que te van a enamorar

Diseño premium por los cuatro costados y adicto a las huellas

Cuando pienso en móviles de gama alta de Huawei, pienso en un diseño muy refinado. El Huawei P9 fue un teléfono que me obsesionó durante mucho tiempo tanto por sus cámaras como por su diseño, pero tras él llegaron móviles que mantenían esa excelencia en sus líneas.

Este P50 Pro es un digno heredero de esa tradición y cuenta con un cuerpo de materiales nobles. Tenemos trasera de cristal, marco de aluminio y una pantalla que tiene bordes curvados y unos marcos superior e inferior muy, muy delgados. 

De frente parece un P30 Pro porque Huawei ha vuelto a apostar por una cámara central, ahora en un orificio en lugar de en un notch tipo "gota" en lugar de por el orificio doble en un lateral como vimos hace dos años en los P40.

En la trasera, sin embargo, no se parece a ninguno de los anteriores y, de hecho, es como el Nova 9 -análisis-, pero con un módulo de cámaras mucho, mucho más grande.

Es enorme porque necesita serlo, ya que en la zona superior tiene tres sensores, uno de ellos bastante grande, y en la parte inferior tiene una cámara periscópica que necesita cierta estructura interna. 

No sé si a ti te pasará, pero este módulo tiene unas dimensiones tan enormes que, muchas veces, pongo el dedo en el círculo inferior, el del telefoto. Por suerte, el dedazo se queda tapando el flash y no mancha la cámara.

Y, hablando de dedazos, mi color es el dorado y es un imán para las huellas. Es un teléfono muy, muy sucio y da igual que te laves las manos cada vez que lo coges: la grasilla natural de los dedos se queda impregnada a la mínima.

Este módulo de cámara integra un micrófono y tenemos otros dos en la parte superior, donde también vemos un puerto de infrarrojos y una salida de audio, aunque el altavoz superior está en la delgadísima ranura del auricular. En la parte inferior tenemos otro micro, el altavoz principal, el USB-C y la ranura de SIM + NM.

Ya que estamos hablando de altavoces, tengo que decir que el sonido me ha parecido muy bueno, pero un poco por debajo de lo que encontramos en móviles que compiten en precio.

El altavoz principal es notablemente más potente y sí, tenemos una sensación estéreo correcta a la hora de ver contenido, pero por ejemplo si subimos el volumen a tope para ducharnos escuchando música, peca de unos graves que pasan algo desapercibidos y me da la sensación de que el sonido está algo comprimido. Es un buen audio, sí, pero a un pasito de móviles como el iPhone 13 Pro Max -análisis-.

Por lo demás, tenemos un móvil muy cómodo de coger gracias a sus líneas, que se siente muy premium entre manos y, si te da un poco de miedo saber que tienes un móvil de 1.200 euros y aún no has comprado funda, debes saber que Huawei incluye la típica funda de silicona en la caja.

Una pantalla de lo mejor que puede montar un teléfono tope de gama

Solo con tener entre manos el terminal ya sentimos que tenemos algo muy premium y esa sensación se afianza en cuanto encendemos la pantalla. 

Estamos ante un panel de 6,6" OLED que cuenta con una resolución de 2.700 x 1.228 píxeles. Es una resolución bastante alta, pero como el panel también es notablemente grande, tenemos una densidad de 450 píxeles por pulgada.

Vaya, no vas a distinguir los píxeles. Además, tenemos una tasa máxima de 120 Hz y, como es habitual en Huawei, podemos forzar que tanto la frecuencia como la resolución sea siempre la máxima, pero tenemos la posibilidad de que ambos parámetros oscilen de forma dinámica.

Así, tanto la resolución como la frecuencia se adaptan a lo que estemos viendo y haciendo en pantalla para ahorrar algo de batería, que no le viene mal a este terminal, como os contaremos más adelante.

Como puedes ver en el vídeo superior en el que repasamos los ajustes de pantalla, tenemos disponibles varios ajustes de color, modo oscuro y modo lectura para que podamos personalizar la experiencia hasta donde queramos.

El brillo es algo que también destaca con sus 1.640 luxes de media con una desviación de 19,3 luxes, siendo un panel que vas a ver perfectamente en cualquier situación. 

Además, creo que el ajuste automático de brillo funciona correctamente adaptando de manera precisa el brillo a la situación ambiental.

Es un panel que me encanta tanto por los colores como por el brillo y la sensibilidad, pero lamentablemente no vamos a poder sacarle todo el jugo en apps como YouTube. 

Esto puede ser muy personal, pero soy una persona a la que le gusta poner YouTube a pantalla completa, haciendo el gesto de pinza para que el vídeo ocupe toda la pantalla.

Sin embargo, eso funciona en la aplicación y, como aquí no tenemos la app oficial, tenemos que ver YouTube (y tantas otras apps que no funcionan sin GMS) en el navegador.

Así que, puede que eso a ti no te afecte, pero para mí sí es un inconveniente que, bueno, al final empaña una experiencia con una pantalla que es magnífica.

El Snapdragon 888 es una bestia con bozal en el P50 Pro

Por fuera estamos ante un móvil muy premium y digno de esos casi 1.200 euros. Pero... ¿mantiene el nivel en el interior? Podríamos decir que sí, ya que tiene el Snapdragon 888, pero la verdad es que se me quedan un par de espinitas clavadas.

A ver, sí, te vas a encontrar un móvil que puede absolutamente con todo. El Snapdragon 888 sigue siendo una bestia tanto en CPU como en GPU (y en calentamiento cuando estamos jugando un rato a un título exigente), y la combinación con EMUI 12 es excelente. 

Está acompañado por 8 GB de memoria RAM y en esta semana de uso como móvil principal no he tenido queja alguna en lo que a rendimiento se refiere.

Os dejo la tabla de pruebas de rendimiento de este P50 Pro aunque, como siempre decimos, no es algo que se deba tomar al pie de la letra, ya que la optimización del software tiene mucho que decir en el día a día.  

He jugado a Genshin Impact sin que el móvil se despeine, he editado lotes de fotos sin problema y da gusto moverse por el sistema gracias a la gran fluidez de la capa de Huawei, pero hay tres detalles que, creo, son muy importantes, sobre todo si nos gastamos cierta cantidad de dinero.

El primero es que el SoC, aunque es el SD 888, no es 5G. Esto es así porque sí, Huawei ha podido montar el procesador de los norteamericanos, pero no el módem que incluye este system on a chip. 

Así que aquí tenemos un recorte y, la verdad, teniendo en cuenta que todos los móviles de cierto precio hacia arriba son 5G, que uno de 1.200 euros no tenga esta capacidad duele un poco (al bolsillo, claro).

La segunda es que sí, EMUI 12 va genial, pero al final está corriendo sobre Android 10. Entiendo que no lo haga sobre Android 12 porque acaba de salir, pero qué menos que Android 11 con las últimas implementaciones de sistema que ello significa aunque no puedas tener GMS.

Y bueno, aquí está mi tercera queja, pero la menos importante a estas alturas porque ya no nos pilla de nuevas: no tenemos los GMS o servicios móviles de Google. Esto significa que no podemos descargar apps de la PlayStore y que sí, puede que la puedas instalar de algún modo, pero también es posible que en días, semanas o meses te toque buscar otra porque la que pusiste dejó de funcionar.

No puedo restaurar mi copia de WhatsApp, no me deja loguearme en las apps como Notion con mi cuenta de Google, Drive, Google Calendar Gmail y Analytics no funcionan y tengo que tirar de versiones web y, al final, muchas aplicaciones que uso en mi día a día o no van o me tengo que crear una cuenta alternativa a la de Google.

Twitter, Instagram, Spotify, Telegram, Slack, Xbox Game Pass, Disney+... pues sí van aunque hay algunas, como Game Pass, que funcionan pese a que me dice que no es posible ejecutarla sin los GMS, pero al final hay muchas que no.

Y ojo, porque las que van, seguramente, no las encuentres en la tienda de Huawei. Que sí, que sigue creciendo día a día y cada vez hay más apps, pero no las más utilizadas en occidente. Así que, toca tirar de instalar APK con el riesgo que ello implica pese a que Huawei incorpora una especie de antivirus.

Y algo que tampoco entiendo es que venga con EMUI 12 en lugar de con HarmonyOS 2.0, como está en China. Pero bueno, salvando los inconvenientes de tener un móvil sin GMS, lo cierto es que el rendimiento es muy bueno, el 80% de mi día a día lo hago sin problema con las apps por APK y no es un quebradero de cabeza.

Por otro lado tengo que hablar del desbloqueo. Huawei ya no cuenta con ese sistema IR para desbloquear el teléfono mediante los datos de nuestro rostro, así que ahora solo tenemos el desbloqueo 2D, que es menos seguro, pero que funciona muy bien en este móvil, y la huella.

Se trata de un sensor óptico en pantalla que no me funcionó nada bien con el protector de plástico que trae el móvil preaplicado. Lo quité y empezó a funcionar a la perfección. Eso sí, no me gusta mucho la ubicación, ya que creo que está muy pegado a la barbilla y podría estar un poco más alto, pero bueno.

Y, bueno, evidentemente tenemos algo muy positivo: el ecosistema. Si usas auriculares de Huawei, en cuanto abres la tapa de los cascos, estos aparecen en pantalla para sincronizarlos. 

Además, si tienes un portátil Honor o Huawei con pegatina NFC, acercando el móvil a dicha pegatina puedes conectar PC y móvil para hacer que lo que ves en el teléfono esté en la pantalla de Windows.

Eso es algo que hemos probado recientemente en el análisis del Huawei Matestation S y, la verdad, sigue funcionando de maravilla.

¡Ah! Y un consejo que te doy: en cuanto puedas, instala el Gboard, el teclado de Google, por APK, ya que el integrado es bueno, sí, pero los caracteres son algo pequeños y como la barbilla es muy delgada, todo está muy hacia abajo.

Un conjunto muy sólido con un principal excelente y un sensor para Ansel Adams 

Pero bueno, vamos a las cámaras porque aquí no hay mucho que contar que no esperes. El spoiler es que las cámaras son impresionantes, las cuatro.

Ahora bien, hay unas que vas a usar más que otras y creo que hay algunos problemillas en lo que a consistencia de color entre las cámaras se refiere.

La aplicación de cámara funciona realmente bien, con las opciones necesarias a mano y con un cambio de una a otra muy, muy rápido. Lo que no me gusta es que una de las cámaras, la de 40 megapíxeles monocroma, es realmente importante y, sin embargo, su uso está escondido en el botón "más".

Pero bueno, el resto de la app no tiene más misterio porque es la misma que Huawei ha venido utilizando estas últimas generaciones. Vamos a empezar con la chicha.

El sensor principal es un 50 megapíxeles y las lentes dejan una apertura f/1.8. Puede parecer que es el IMX 766 de Sony, pero no, es un sensor RYYB. Es un sensor muy contrastado en generaciones anteriores que ofrece un buen contraste (no era un chiste, lo prometo) y un muy buen desempeño en situaciones en las que la luz no abunda.

Creo que el nivel de detalle es sublime sin pecar de una nitidez excesiva, el contraste es muy bueno, en interiores y exteriores es fantástico, produce un buen desenfoque de fondo de forma natural y los colores son vivos.

Es una foto que se nota bastante procesada, aunque sin llegar a los niveles de hace unos tres años, pero que para hacerla y subir a redes sociales sin edición alguna, es perfecta.

Ahora bien, por lo general se lleva bien con las altas luces y logra calcular bien el HDR, pero hay ocasiones en las que estas zonas aparecen quemadas.

De noche las sensaciones también son muy buenas, aunque hay ocasiones en las que las texturas se van de paseo y aparecen algunos destellos molestos de farolas. Pero bueno, en la mayoría de casos sí tenemos una buena interpretación de las texturas, de las fuentes de luz y del balance de blancos.

Me gusta que mantenga los cielos oscuros y no haga que parezca de día, pero también pienso que se les ha ido un poco la mano con la saturación de algunos tonos en este modo nocturno.

Las lentes están estabilizadas ópticamente y esto repercute en el vídeo. 

Me parece que graba bastante bien, llega a 4K60 y el enfoque es preciso y muy rápido y, en definitiva, el sensor principal está a la altura del precio del terminal.

Vamos con la opción extraña, la de 40 megapíxeles. Es un sensor monocromo que está ahí para... bueno, captar únicamente fotografías en blanco y negro. Si te estás preguntando si no se podría hacer con un filtro, la respuesta es que sí, pero no tan bien como con un sensor dedicado.

Y es que, este sensor me recuerda mucho al de las cámaras Leica monocromas que ofrecen muy buen detalle en la imagen, pero además un blanco y negro espectacular, cargado de contraste y con una muy buena separación entre los tonos.

Lo cierto es que me encanta esta cámara y al principio pensé que no iba a juguetear con ella, pero al final sí me he animado a sacar varias fotografías gracias ese contraste tan fuerte entre el blanco y el negro.

Con esta cámara también vamos a poder grabar vídeo y, evidentemente, va a ser en blanco y negro con ese contraste tan bonito que también conseguimos en las fotos. 

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Por otro lado tenemos un gran angular de 13 megapíxeles f/2.2 que se porta bien en lo que a rango dinámico se refiere. No distorsiona las imágenes y me ha gustado mucho que calcule tan bien la escena como para que no parezca un gran angular.

Sin embargo, cuando la luz empieza a caer, el detalle también se desploma y hay una inconsistencia en cálculo de color respecto al sensor principal. Esto suele ser habitual en la gama media y alta, pero en la gama más premium, se suele hacer un mejor trabajo.

Esa inconsistencia de color también la vemos en el telefoto, pero aquí me da un poco más igual porque la calidad es tremenda. Es un sensor de 64 megapíxeles que f/3.5 que cuenta con estabilización óptica y un zoom óptico de 3,5 aumentos.

El nivel de detalle es muy bueno, pero si te soy sincero, no me gusta tanto el 3,5x óptico como el 10x híbrido. Tirando de megapíxeles, el móvil logra unos más que sobresalientes 10 aumentos.

En serio, es sorprendente el nivel de este zoom híbrido y me parece el mejor del mercado junto al del Samsung Galaxy S21 Ultra -análisis-. Es impresionante porque tiene la nitidez justa, un buen detalle y las texturas no parecen sobreprocesadas.

Y, como en el Samsung, llegamos a un 100x, pero no vale en absoluto la pena ya que las texturas están muy lavadas, no hay detalle y no son fotos que vayamos a poder usar.

Además, tanto con el 10x como con el 3,5x se puede hacer una especie de macro gracias a un enfoque relativamente cercano. Muy, muy buen telefoto, Huawei.

Y vamos a poder grabar vídeo tanto con el 3,5x como con el 10x, aunque aquí el 10x flaquea bastante, la verdad.

En la parte frontal tenemos un sensor de 13 megapíxeles capaz de grabar a 4K30 y que hace unas fotos bastante correctas, pero que pecan de exceso de procesado. Creo que la textura es buena y los colores, la exposición y el contraste también, pero la nitidez está muy subida.

Es algo que se nota en el pelo y en la barba, pero bueno, al final es el broche a un apartado de cámaras tremendamente sólido y que sí, no tiene la mayor coherencia entre los colores de los distintos sensores, pero que nos puede dar muchas alegrías como fotógrafos.

Los 4.360 mAh dan para un día de uso si no exiges demasiado

Donde no hay tan buenas noticias es en el apartado de la batería. En la semana que lo he estado usando como móvil principal, lo cierto es que no tengo problemas para llegar al final del día... la mayoría de los días. 

Teniendo en cuenta su grosor, esperaba una batería algo más grande, pero también es cierto que, precisamente, los móviles tope de gama suelen pecar de baterías de menos de 5.000 mAh.

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Aquí tenemos 4.360 mAh con una pantalla que consume mucho por refresco, resolución, tamaño y, sobre todo, brillo, así como un Snapdragon 888 que sí, está fabricado en una litografía de 5 nanómetros, pero que cuando se siente exigido es un chip que consume lo suyo.

De hecho, es normal que se caliente cuando estamos ejecutando aplicaciones que tiran mucho de CPU. En mi semana, he tenido días de 5 horas de pantalla y otros de unas seis horas y media o siete horas. 

Los días en los que hago vídeo y juego a títulos exigentes, la batería empieza a caer. En los que el uso es algo más estándar con redes sociales, alguna foto, Chrome para navegar y YouTube y poco más, llego a esas siete horas de pantalla sin problemas.

En el test sintético de PC Mark con el brillo al 100%, el P50 Pro arroja solo 4 horas y 38 minutos. Es poco, muy poco, pero teniendo en cuenta los mAh, el tamaño de la pantalla y su brillo, es algo que podíamos espera. 

En el día a día no vas a tener problema en llegar a la noche con algo de batería, pero ojo si tienes que ir de viaje y vas a poner el GPU porque, a lo mejor, a media tarde te toca poner el modo de ahorro.

Respecto a la carga, muy buenas noticias gracias a un cargador de 66 W incluido en la caja. Tenemos el 100% en 55 minutos y en media hora tenemos más de un 60%. 

También es compatible con carga de 50 W inalámbrica, pero para ello vais a necesitar un cargador apropiado. Yo tengo el de OnePlus y carga a la perfección.

Hablando de carga inalámbrica, tenemos carga inversa inalámbrica. Hay que activar la opción en los ajustes de batería y podemos cargar un reloj compatible o unos auriculares. Y ya que estamos con las opciones, hay diferentes ajustes de carga de batería inteligente para preservar su vida útil.

Llega tardísimo y sin GMS, pero con una pantalla y unas cámaras que te van a enamorar

Llegamos al final del análisis del Huawei P50 Pro y sí, me he pasado en extensión, ya que estamos intentando hacerlos más cortitos, pero es que había mucha tela que cortar.

Por un lado tenemos un móvil muy premium, de primera línea gracias tanto a su diseño con unos materiales TOP como a su excepcional pantalla. Es un panel brillante, con buena resolución y sus 120 Hz de rigor. 

En el interior es donde empezamos a ver el precio que Huawei tiene que pagar si quiere sacar móviles. Celebro la elección del Snapdragon 888 como SoC, ya que es potente y puede con lo que le echemos. 

Sin embargo, es una versión recortada sin 5G. Esto me da igual en móviles más baratos, ya que no exijo que tengan 5G, pero en un tope de gama, creo que es obligatorio a estas alturas. Además, y esto ya lo sabías de sobra antes de entrar a leer, no tenemos los servicios de Google.

Si esto no es un problema para ti o ya veías de un Huawei, te vas a encontrar un móvil espectacular que, por encima de todo, brilla por la calidad de sus cámaras. El sensor principal me ha enamorado completamente y el telefoto con ese 10x híbrido es una maravilla.

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Es un móvil digno de formar parte de la familia P de Huawei, pero, como digo, llega tarde, un año tarde, y eso significa que, por ejemplo, el procesador ya no es el más potente que pueden montar en un tope de gama y también llega sin el esperado HarmonyOS para móviles.

Pero bueno, si apuestas por él, es una compra espectacular, aunque sigue demostrando la total dependencia que en occidente tenemos de Google.