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Asus Zenbook S, análisis y opinión

Análisis del Asus Zenbook S, un Ultrabook que cuenta con un diseño singular y todas las características necesarias para convertirse en uno de los mejores ultraportátiles de 2018. Aunque ojo con pedirle más de la cuenta si no queremos que el ventilador ''despegue''.

El segmento de los Ultrabook es fascinante. hay varias ''batallas'' en las que las grandes compañías están inmersas. Por un lado tenemos los portátiles gaming, los específicamente creados para jugar que son grandes, pesados y potentes. Por otro lado los portátiles más generales, que cuentan con prestaciones equilibradas y un precio menor. Y, por otro, los Ultrabooks, equipos de reducidas dimensiones enfocados a la productividad.

Ahí es donde se encuadra el Asus Zenbook S, el UX391, el nuevo Ultrabook de Asus que no solo cuenta con unas prestaciones acorde a sus intenciones, sino que apuesta por un diseño muy inteligente que lo diferencia de otros portátiles de la misma gama y lo acerca a dispositivos como los últimos modelos de Surface.

A continuación, os ofrecemos nuestro análisis del Asus Zenbook S, un Ultrabook que quiere acompañarnos a todas partes. Pero antes, debemos echarle un ojo a sus características técnicas:

MarcaAsus
ModeloZenbook S UX391
TipoUltrabook
Dimensiones31,1 cm x 21,3 cm x 12,9 mm
Peso total1 kg
Sistema OperativoWindows 10 Home Edition
ProcesadorIntel Core i7-8550U
Memoria RAM16 GB LPDDR3 a 2.133 MHz
Almacenamiento512 GB PCIe
Tarjeta gráficaIntegrada Intel UHD 620
Tamaño de pantalla13,3'' LED
Aspect-ratio 16:9 y acabado antirreflejos
Resolución de pantalla1.920 x 1.080px, 165 ppp
Conectividad inalámbica / redesWi-Fi 892.11ac / Bluetooth 4.2
Conectores de datos / A/V2 x USB Tipo-C Gen 2 Thunderbolt / 1 x USB Tipo-C Gen 1 / 1x Jack 3.5 (audio in, out)

Asus tiene experiencia con los Ultrabook y demás equipos ligeros pensados para trabajar, y con el Zenbook S apuntan directamente al Dell XPS 13, el que siempre sale a relucir cuando hablamos de este tipo de dispositivos. Y sí, el Asus Zenbook S tiene papeletas para convertirse en uno de los mejores ultraportátiles de 2018.

Diseño que llama la atención

Si nos fijamos en las características técnicas, no hay nada que sobresalga demasiado. Más adelante hablaremos del rendimiento del hardware del Zenbook S, ya que ahora es el momento de hablar del diseño, un apartado que, muchas veces, pasa desapercibido. Muchos fabricantes, la propia Asus incluida, se acogen a la regla de ''si algo funciona, para qué cambiarlo''. 

Análisis Asus Zenbook S

Por eso, no innovan demasiado en el diseño, lanzando nuevas generaciones de dispositivos que sí, ofrecen detalles diferentes respecto a las previas, pero que no suponen una mejora real más allá de la que ofrece la propia renovación de la memoria o los procesadores. El Asus Zenbook S, sin embargo, llama la atención en cuanto lo sacamos de la caja.

El embalaje es elegante y nos empieza a dar pistas sobre lo que nos encontraremos en el equipo. Con un diseño en aluminio y un color azul, con líneas doradas muy elegantes y un peculiar diseño formado por círculos concéntricos, muy del estilo de la trasera de los ZenFone, el Asus Zenbook atrapa todas las miradas (y las huellas) en cuanto lo tenemos entre manos.

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Es un Ultrabook muy ligero (deben serlo por definición, pero este sorprende sobremanera) y, además, cuando lo abrimos vemos la principal peculiaridad de este equipo, su teclado. Bueno, concretamente, su bisagra.

Y es que, como veis en las imágenes, se trata de una bisagra que no está situada donde solemos verla, lo que provoca que el teclado se eleve ligeramente, creando una pendiente muy agradable para escribir (y para refrigerar el portátil, de lo que hablaremos más adelante). 

Análisis Asus Zenbook S

La pantalla cuenta con unos biseles muy estrechos y observamos que, debido al peculiar diseño de la bisagra, la salida del aire caliente se encuentra justo frente a la pantalla. Sí, pese a lo delgadito que es, cuenta con disipación activa. Y, hablando de la pantalla, es en la parte inferior de la misma, en el lateral derecho, donde encontramos el puerto jack de 3,5 milímetros para conectar auticulares.

En el lateral derecho tenemos un LED que nos indica el ''trabajo'' del SSD y dos puertos USB Tipo-C Thunderbolt. No busquéis más en este lateral. En el izquierdo tenemos únicamente un puerto USB Tipo-C (que no es Thunderbolt) y que podemos utilizar para cargar el equipo. Cualquiera de los tres, realmente, pero mejor el izquierdo para tener los otros dos libres para conectar dispositivos.

Análisis Asus Zenbook S

Apple fue la primera que suprimió los USB convencionales en sus equipos, y se llevó críticas por ello, pero el tiempo parece que les ha dado la razón a los de Cupertino y los USB Tipo-C se están imponiendo. Otro ejemplo reciente es la Surface Go que acaba de lanzar Microsoft. Eso sí, hay que agradecer que Asus incluya algunos extras, como una funda para guardar el portátil y un adaptador que nos da un puerto HDMI, un USB 3.0 Tipo-A y otro USB Tipo-C.

En la parte inferior frontal tenemos dos altavoces certificados por Harman Kardon. El sonido no es particularmente fuerte, pero gracias al diseño de la bisagra y el propio teclado, se consigue una amplificación interesante cuando se apoya en una superficie (y con un volumen elevado, empieza a distorsionar).

Análisis Asus Zenbook S

Pantalla colorida desde cualquier ángulo

La pantalla de un portátil es algo fundamental. Pasamos mucho tiempo frente a ella y necesitamos que tanto la resolución como la respuesta y, sobre todo, iluminación y tratamiento del color sea acertada. En este caso, estamos ante una pantalla de 13, 3 pulgadas con resolución FullHD (no echamos en falta más píxeles en este tamaño) y con una gama del 100% de la paleta sRGB.

Además, cuenta con tecnología Wide-View de 178º (para ver la pantalla correctamente desde cualquier ángulo) y tecnología propia de Asus, presente en algunos de sus monitores, para reducir la luz azul y cuidar nuestra vista por la noche. Sobre el papel, no difiere demasiado del resto de pantallas de Ultrabooks actuales.

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Está claro que nos habría gustado contar con una certificación como la de los portátiles de Gigabyte, Pantone, pero la calibración de la pantalla es acertada y reproduce el color con fidelidad. Estamos ante un buen panel IPS que, ciertamente, se comporta bien desde todos los ángulos y que cuenta con un brillo adecuado.

Podemos utilizar el Zenbook S en exteriores sin demasiados problemas (y su pantalla mate ofrece un gran resultado antirreflejos). Sin embargo, sí hemos notado una diferencia en lo que a iluminación se refiere si comparamos la parte inferior de la pantalla con el centro o las esquinas superiores. Por lo demás, estamos ante una pantalla que se comporta bien y que ofrece unos buenos colores, pero que no es lo que más destaca del portátil.

Análisis Asus Zenbook S

Buen rendimiento para trabajar, justo para otras tareas

En cuanto a hardware, un Ultrabook es sota, caballo y rey: procesador Intel de bajo consumo (la serie ''U'') con gráfica integrada, cantidad generosa de memoria RAM y... nada más. Hay dos versiones del Asus Zenbook S, pero hemos analizado la de mayor gama, la que monta el procesador Intel Core i7-8550U con 16 GB de RAM LPDDR3 a 2.133 MHz (recordamos que no puede soportar LPDDR4 porque, aunque es un serie 8 de Intel, la arquitectura es Kaby Lake, no Coffee Lake).

La frecuencia base del procesador es de 2,0 GHz con boost hasta los 4 GHz y la gráfica integrada es la UHD 620. Ahora bien, antes de pasar a los fríos números de los benchmarks, hay que comentar que el rendimiento en el día a día. Estamos ante un Ultrabook cuya principal función es ofrecer un rendimiento fluido en ofimática y una aceptable duración de la batería.

Análisis Asus Zenbook S

En este sentido, cumple de sobra y no hay ningún problema en trabajar con Opera, varias pestañas, uso de Photoshop con procesos automatizados para comprimir imágenes y, de forma ocasional, edición de vídeo. Esto último, claramente, es lo que más le cuesta al Zenbook S, poniendo el procesador al 100% y haciendo más ruido del deseado.

Ahora sí, vamos con las pruebas de rendimiento en test sintéticos:

BenchmarkAsus Zenbook S
PCMark 10
(puntuación detallada)
Essentials: 8.066 puntos.
Productivity: 6.308 puntos.
Digital Content Creation: 2.270 puntos.
PCMark 10
(puntuación simple)
3.491 puntos.
3DMark Time SpyPuntuación general: 350 puntos.
Puntuación GPU: 305 puntos.
Puntuación CPU: 2.189 puntos.
Geekbench OpenCL21.354 puntos.
GeekbenchSingle-core: 4.672 puntos.
Multi-core: 13.899 puntos.
Cinebench R15OpenGL: 52,49 fps.
CPU: 412 puntos.

Como podemos ver, no se trata de un PC pensado para tareas exigentes con los gráficos 3D. Es decir, en las pruebas, las menores puntuaciones las saca cuando realizamos el benchmark que necesita que la gráfica integrada de Intel esté funcionando a pleno rendimiento.

Esto es algo que también se nota en los juegos. Y es que, con títulos tan sencillos como League of Legends, el Zenbook ''sufre''. Sí, podemos jugar a una resolución completa y una aceptable tasa de frames por segundo, pero el ruido y, sobre todo, el calor, nos indica que no estamos utilizando el Ultrabook para lo que deberíamos.

Para terminar con este apartado del análisis del Asus Zenbook S, hay que mencionar que nuestro modelo cuenta con el ''disco'' de 512 GB PCIe NVME. Es un clásico de Samsung que nos da una lectura secuencial de 3.330 MB/s y una escritura de 1.531 MB/s. Este SSD, junto al i7-8550U, permite que todo lo que sea ofimática y apertura de programas sea un proceso muy rápido.

Análisis Asus Zenbook S

Teclado interesante y touchpad ''muy Asus''

El teclado es uno de los elementos que más me gustan de los portátiles (y de los sobremesa, por qué no decirlo). Cada teclado es único, con un tacto, un recorrido y unas sensaciones muy personales, y el del Zenbook S es bastante acertado. El tamaño de las teclas es más que correcto y, aunque tenemos la tecla ''intro'' que solo ocupa una línea, como si de un teclado norteamericano se tratara, nos podemos acostumbrar rápido.

El desplazamiento es de solo 1,2 milímetros (hay que hacer concesiones en un Ultrabook), pero el diseño es fantástico gracias a un diseño de teclas cóncavas que facilitan la escritura. El sonido también es algo personal, pero el que produce el teclado del Asus Zenbook S es bastante agradable. Además, cuenta con retroiluminación en color blanco.

Análisis Asus Zenbook S

Ahora entramos en un tema espinoso, en los portátiles que no son de Apple, claro. Y es que, los diferentes fabricantes cada vez se acercan más a los touchpads de los MacBook, pero no logran esa excelencia que tienen los portátiles de la compañía de la manzana podrida ni en tacto, ni en precisión.

Asus se ha acercado, ciertamente, con un touchpad de formato panorámico que integra el sensor de huellas de Windows para desbloquear el equipo (funciona bastante bien) y que está recubierto por cristal. El tacto es agradable, pero a la precisión le queda aún camino por delante para asemejarse a los MacBook.

Análisis Asus Zenbook S

Batería para una jornada de trabajo

La batería es otro de los pilares de un Ultrabook. Contar con batería para toda la jornada es crucial, por lo que debemos contar con, al menos 8 horas para trabajar con Wi-Fi. Asus promete trece horas y media de batería, pero en el análisis del Asus Zenbook S no hemos llegado a tanto. Eso sí, nos hemos quedado cerca con su batería de 50 Wh.

Trabajando con varias pestañas del navegador, Youtube reproduciendo música y Photoshop de forma puntual para redimensionar alguna imagen, nos hemos acercado a las cuatro horas con el brillo al máximo en una habitación muy bien iluminada. Con el brillo a tres cuartos, hemos estado sobre las seis horas realizando la misma tarea.

Ahora bien, si bajamos el brillo al 30%, la batería se nos va hasta las ocho horas y poco, lo que supone una gran noticia, aunque supone un recorte importante para conseguir esa marca.

Análisis Asus Zenbook S

Asus tiene una aplicación que permite personalizar fácilmente las opciones de energía, con lo que podemos sacarle más rendimiento o batería en función de nuestras necesidades, pero el modo ''equilibrado'', es más que suficiente para lo que vamos a hacer con un Ultrabook.

Además, una carga completa de la batería dura algo menos de dos horas y el cargador tiene carga rápida, por lo que la batería, ni su carga, supone un problema para viajar.

Windows, software propio y disipación

Los componentes electrónicos mueren por el calor, y en un equipo de dimensiones tan reducidas como el Zenbook S, es normal que, si exigimos más de la cuenta, la temperatura aumente. Ya hemos comentado que el portátil cuenta con un disipador activo que ''sopla'' hacia la pantalla, mandando tanto calor como aumentando el ruido ambiente.

Análisis Asus Zenbook S

No me gusta, particularmente, esta solución, ya que el ruido llega a ser molesto si le pedimos rendimiento al procesador y, además, no me gusta que haya una fuente de calor apuntando a la pantalla, pero difícilmente se podría haber elegido otra ubicación para la salida del aire caliente. Afortunadamente, el Zenbook S no cuenta con problemas que sí hay en otros equipos cuando la temperatura aumenta.

La batería está colocada justo en la parte en la que tenemos el touchpad y el procesador y disipador en la parte superior, pero ni el teclado ni el touchpad se calientan cuando estamos trabajando y cargando la batería a la vez, una buena noticia y algo que nos deja buen sabor de boca. Además, por el diseño del teclado, al estar algo elevado, el calor se disipa y no se acumula en la superficie en la que apoyemos el portátil.

Lo que no nos gusta tanto es el software propio que los fabricantes, en pleno 2018, se siguen empeñando en incluir en los equipos. Asus sigue manteniendo su suite de control del portátil, que no solo no sirve de mucho, sino que podremos desinstalar desde el primer encendido. 

Por otra parte, contamos con Windows 10 Home que se comporta, básicamente, como debe. No hay mucho misterio en este apartado y la experiencia que tenemos con Windows 10 es francamente buena, sobre todo si ''trasteamos'' las configuraciones energéticas y los horarios para sacar todo el jugo al modo de luz azul reducida de la pantalla del Zenbook S.

Análisis Asus Zenbook S

Un Ultrabook por definición

Al principio de este análisis del Asus Zenbook S dijimos que estábamos ante uno de los mejores Ultrabook de 2018. Y sí, pese a algunos problemillas que presenta el equipo, seguimos manteniendo la afirmación.

El diseño es atrevido, dentro de lo que cabe, y permite que escribamos de forma muy cómoda gracias a la pendiente que se produce al colocar la bisagra de esta particular manera. El touchpad, sin brillar, es agradable y el teclado más de lo mismo, con unas teclas con diseño cóncavo que resultan más que óptimas para trabajar durante horas (pese al formato de la tecla ''intro'').

Análisis Asus Zenbook S

Además, el propio diseño del Zenbook S es atractivo, con el acabado en aluminio, la elección de colores y el tacto, aunque echamos de menos un puerto USB que sí, es cierto que no ''cabe'' en el lateral, pero sí en uno de los laterales de la pantalla, igual que el puerto jack de 3,5 milímetros. 

La pantalla es satisfactoria y qué decir del rendimiento, un valor seguro gracias a un SSD NVME y la combinación con 16 GB de RAM y el i7-8550U. No vale para jugar ni para trabajar demasiado tiempo con programas pesados con cálculos 3D, pero sí para editar texto, navegar por la web, y usar programas como Photoshop o InDesign.

Hay que tener claro por qué queremos un Ultrabook, y si no necesitamos más que un equipo para trabajar, el Asus Zenbook S es muy atractivo tanto por rendimiento como por la autonomía que nos ofrece.

Nuestra valoración

Lo mejor

  • Diseño diferenciador y práctico.
  • Teclado muy agradable.
  • Buena autonomía.
  • Velocidad del SSD NVME.

Lo peor

  • Calor y ruido cuando exigimos más de la cuenta.
  • El audio es mejorable.
  • No podemos olvidar el adaptador USB Tipo-C.
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