No cabe duda de que Steve Jobs era un líder visionario, pero las personas más cercanas a él afirman que era exigente dentro del entorno laboral y personal, lo que se reflejaba en su forma de trabajar. 

Jobs era conocido por ser muy exigente en lo que a calidad se refiere, quería que cada producto que Apple lanzara al mercado fuera el mejor y, para lograrlo, presionaba constantemente a su equipo para que trabajara horas extra para que al final todo fuera perfecto. 

Del mismo modo, era perfeccionista, quería que cada detalle fuera impecable. A menudo revisaba los diseños de los dispositivos que estaban en desarrollo una y otra vez hasta que estuvieran exactamente como él quería. 

Pero más allá de la perfección y la exigencia, Steve Jobs era un gran mentor, pero también tenía un estilo de comunicación claro y directo. Frecuentemente, reunía a su equipo de trabajo para discutir ideas y soluciones juntos. 

Tim Cook y el peculiar hábito que aprendió de Steve Jobs 

Tras la muerte de Jobs el 5 de octubre de 2011, Tim Cook tomó el mando de la empresa, que tenía un valor de 340 millones de dólares en ese entonces. 

A medida que transcurrieron los años, Cook fue tomando algunas decisiones importantes que resultaron ser un gran éxito hasta la actualidad. La compañía actualmente tiene una capitalización de mercado de más de 2,4 billones de dólares, lo cual es sorprendente. 

El CEO de Apple ha sabido llevar a la empresa a la cima mundial, siendo uno de los fabricantes más valiosos del mundo. Quizás parte de este éxito se debe a un hábito que Cook aprendió de Jobs y que hasta el momento ha mantenido. 

La prueba de la cerveza de Steve Jobs para contratar y mantener a sus mejores trabajadores

En una entrevista concedida a Kara Swisher en la Code Conference, el directivo Tim Cook confesó que todos los lunes por la mañana, a las 9:00 a.m., se reúne con los principales ejecutivos de Apple para discutir temas diversos. 

Steve Jobs solía reunir a su equipo todos los lunes por la mañana para revisar asuntos de ventas, problemas, productos con mayor demanda y dispositivos que estaban en desarrollo. 

Durante estas juntas se tomaban decisiones importantes, tanto buenas como malas, era parte de una estrategia para llevar el negocio a buen puerto. Ahora, Tim Cook continúa con este hábito, el cual seguirá por varios años más. 

Esta es una buena estrategia que da buenos frutos, y por ende, debería ser aplicada por otros líderes, ya que fomenta el desarrollo de la comunicación. Invertir tiempo en tu equipo de trabajo es bueno, te aseguras que todos estén en el mismo canal y les brindas oportunidad de expresar sus ideas.