El enfrentamiento entre Apple y el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, junto con los fiscales generales de 16 estados, ha puesto patas arriba la actualidad en el momento en el que saltó la noticia. 

En el centro de todo este problema se encuentra la acusación de prácticas anticompetitivas por parte de Apple, específicamente relacionadas con su dominio en el mercado de los smartphones, particularmente el iPhone. 

Este caso, que ha sido comparado con las históricas demandas antimonopolio contra gigantes tecnológicos como Microsoft y AT&T, vuelve otra vez a poner sobre la mesa preguntas clave sobre el poder de estas grandes empresas y la necesidad de proteger la competencia y la innovación en el mercado.

Tal y como comenta Business Insider España, Apple ha negado las acusaciones en un comunicado compartido con ellos en el que ya ha adelantado que se opondrá al dictamen, lo que puede hacer que el proceso se alargue durante varios años. 

"Esta demanda amenaza lo que somos y los principios que distinguen a los productos de Apple en mercados ferozmente competitivos", comenta la empresa. "También sentaría un precedente peligroso, al facultar al Gobierno para intervenir en el diseño de la tecnología de los ciudadanos. Creemos que esta demanda es errónea en los hechos y en la ley, y nos defenderemos enérgicamente contra ella", añade.

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Preguntas y respuestas para entender qué está ocurriendo entre Apple y EEUU

¿De qué acusan exactamente a Apple?

Las autoridades acusan a Apple de emplear tácticas anticompetitivas para mantener su dominio en el mercado de los móviles. Esto incluye restricciones a aplicaciones y servicios de terceros, lo que limita la elección del consumidor y resulta en precios más altos y una experiencia de usuario peor.

Merrick Garland, el fiscal que ha anunciado la demanda, comenta lo siguiente: "Apple ha mantenido un poder de monopolio en el mercado de los smartphones, no simplemente por ir por delante de la competencia en los méritos, sino por violar la ley federal antimonopolio. Los consumidores no deben pagar precios más altos porque las empresas infrinjan la ley”.

"Si no se le hace frente, seguirá reforzando su monopolio de los smartphones. Apple ha mantenido su poder, no por su superioridad, sino por su comportamiento ilegal de exclusión", añade.

¿Cuáles son las áreas específicas que les preocupan?

La demanda se centra en cinco áreas principales: restricción de aplicaciones multiplataforma, limitación de la transmisión de juegos y aplicaciones en la nube, obstaculización de la comunicación entre usuarios de iPhone y otras plataformas, problemas de compatibilidad con otros dispositivos como relojes inteligentes, y acceso limitado a billeteras digitales completas.

“Como puede atestiguar cualquier usuario de iPhone que haya visto alguna vez un mensaje de texto verde o haya recibido un pequeño vídeo granulado, la conducta anticompetitiva de Apple también incluye dificultar que los usuarios de iPhone se comuniquen con usuarios de productos que no son de Apple", comenta el fiscal, poniendo un ejemplo de estas prácticas.

"Lo hace disminuyendo la funcionalidad de su propia aplicación de mensajería y disminuyendo la funcionalidad de las aplicaciones de mensajería de terceros. De este modo, Apple degrada consciente y deliberadamente la calidad, la privacidad y la seguridad de sus usuarios", añade.

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¿Cómo responde Apple a estas acusaciones?

Apple ha negado rotundamente las acusaciones, argumentando que la demanda es incorrecta tanto en hechos como en ley. La empresa se compromete a defenderse con todo en el juicio y sostiene que está siendo atacada injustamente.

"Esta demanda amenaza lo que somos y los principios que distinguen a los productos de Apple en mercados ferozmente competitivos. Si prosperara, obstaculizaría nuestra capacidad de crear el tipo de tecnología que la gente espera de Apple, en la que el 'hardware', el 'software' y los servicios se entrecruzan. También sentaría un peligroso precedente, al facultar al Gobierno para intervenir de forma contundente en el diseño de la tecnología de la gente", explica en un comunicado.

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¿Cuáles podrían ser las consecuencias de este problema?

El resultado de este caso podría tener implicaciones para Apple, por supuesto, pero también para los consumidores y la industria tecnológica en su conjunto. 

Si Apple es declarada culpable, podría enfrentar sanciones económicas enormes y verse obligada a realizar cambios en su modelo de negocio. Además, si se establece un precedente por este caso podría influir en futuras disputas antimonopolio y en la regulación de la industria tecnológica.

¿Qué impacto tiene este conflicto en el mercado?

La incertidumbre generada por esta batalla ha llevado a una caída en las acciones de Apple, en concreto un 4,09%, lo que para una compañía de tal tamaño representa unas pérdidas de más de 100.000 millones de dólares. Esta situación, de nuevo, podría acabar afectando no solo a Apple, sino también a otras empresas tecnológicas y al mercado en su conjunto.