Estos son los patrones ocultos de los servicios de suscripción para manipularte
Un estudio demuestra que las plataformas de streaming utilizan técnicas para manipular a los clientes, desde renovar suscripciones hasta añadir nuevos servicios a su paquete.
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Las plataformas de streaming utilizan sistemas de recomendación propios para influir en los suscriptores y conseguir retenerlos durante el mayor tiempo posible. Esta práctica no es nueva para empresas como Spotify o Netflix, pero un estudio publicado recientemente ha asegurado que algunas aplicaciones utilizan lo que se conoce como "patrones oscuros".
La Red Internacional de Protección y Cumplimiento del Consumidor (ICPEN) y la Red Global de Cumplimiento de la Privacidad (GPEN) han dirigido la investigación a nivel global. La conclusión no ha dejado ninguna sorpresa: las plataformas utilizan patrones con los que influir en las suscripciones de sus clientes.
El informe elaborado por los grupos de protección de los consumidores apunta que estos patrones oscuros recogen una serie de "prácticas que se encuentran comúnmente en las interfaces de usuario en línea". Las aplicaciones de streaming manipulan a los clientes para que tomen una decisión bajo la idea de que será lo mejor para ellos, y no siempre es así.
El ICPEN ha revisado un total de 642 sitios web y aplicaciones móviles que requieren una suscripción. El estudio ha revelado que al menos el 76% de las plataformas han utilizado algún patrón oscuro con el que influir en los clientes. El 68% de ellas habrían empleado más de una técnica.
El sneaking es una de las prácticas más comunes entre estos servicios
Uno de los patrones oscuros que más se repite entre las plataformas bajo suscripción es el sneaking. Esta técnica es empleada por las empresas para ocultar la información potencialmente negativa y que sea más difícil de encontrar en su interfaz.
Las aplicaciones de streaming esconderán cláusulas de permanencia o el pago de servicios adicionales en la letra pequeña o en secciones rebuscadas de su app o sitio web. El problema ha ido más allá con el famoso sistema de renovación automática de las suscripciones.
El ICPEN asegura que el 81% de las plataformas con renovación automática de la suscripción dificultaron la cancelación del servicio. Muchas de las empresas alejan este servicio del apartado de compra y lo ocultan en secciones como la gestión de la cuenta.
Las plataformas también influyen en los usuarios desde la propia interfaz donde eligen el contenido. Algunos servicios de streaming colocan las acciones que interesan a la compañía a simple vista para que los usuarios se sientan atraídos con ofertas especiales o el alquiler de series y películas concretas.
El organismo GPEN ha examinado cerca de 1.000 sitios web y aplicaciones y asegura que más del 89% de las plataformas utilizan un lenguaje complejo, incluso ambiguo, en sus políticas de privacidad. La interferencia de la interfaz se repite en el 57% de ellas y el 42% emplean un tono específico con el que influir en las emociones de los usuarios.
Cualquier persona puede ser víctima de sneaking con técnicas tan sutiles que le lleven a tomar las decisiones equivocadas con sus suscripciones. Las consecuencias de esta técnica pueden ser tan simples como olvidar que te has suscrito a un servicio y que se renueve automáticamente, pero podrían llegar a poner en riesgo la información personal de los usuarios.
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Etiquetas: música en streaming, suscripción, servicios