Es el fin de una época. El primer negocio de Netflix, el alquiler de DVDs y Blu-ray, cuyas ganancias la convirtieron en lo que es ahora, cierra tras 25 años.

Netflix nació en 1997, después de que su cofundador Reed Hastings se marchase a casa cabreado por tener que pagar una multa por devolver con retraso la película Apolo 13, alquilada en el videoclub Blockbuster.

Por aquel entonces no existía el streaming, así que la única forma de ver películas en casa era alquilándolas en formato VHS o DVD en un videoclub. Podías alquilarlas por 24 o 48 horas, pero si las devolvías con retraso, tenías que pagar una multa.

Netflix se lo debe todo al DVD

A Reed Hastings le molestó tanto aquella sanción del BlockBuster, que se inventó un nuevo negocio: alquilar DVDs por correo, y que la gente los devuelva cuando quiera, también por correo, con la condición de que no pueden alquilar más hasta que devuelvan los discos que tienen.

Así, el 10 de marzo de 1998, Netflix alquiló su primer DVD, Beattlejuice. El negocio fue un gran éxito, llegando a alcanzar los 40 millones de suscriptores en Estados Unidos, y a enviar más de 5.200 millones de discos DVD por correo.

El título más alquilado en los 25 años que ha durado el servicio ha sido Un Sueño Posible (The Blind Side).

El gran éxito de Netflix alquilando DVDs, y más tarde discos Blu-ray, le permitió pasarse al streaming y convertirse en la compañía que es ahora, líder en el mercado de plataformas de streaming. Posición que, por cierto, ha perdido en los últimos meses.

El streaming ya lleva años consolidado, y todos los videoclubes físicos, salvo el último BlockBuster, han cerrado. Por eso seguramente te parezca increíble saber que el servicio de alquiler de DVD y Blu-ray de Netflix, que se llama DVD.com, aún tenía 1,5 millones de suscriptores en noviembre, según The Associated Press.

Pese a ello, Netflix estima que el mercado ya es demasiado pequeño para ser rentable, así que tras 25 años en el negocio, hoy ha anunciado el cierre de su servicio de alquiler de DVD y Blu-ray:

Va seguir enviando discos hasta el 29 de septiembre. Después, se acabó el formato físico de alquiler.

Más allá del aspecto económico, el cierre de este servicio tiene un gran simbolismo. Fue el primer negocio de Netflix, y su éxito le sirvió para inventir miles de millones en servidores, con los que montar su negocio de streaming.

Representa también el fin de una época, el de el alquiler de películas y series formato físico. Irónicamente, fue Netflix la que mató a los videoclubes con sus servicios online, y ahora es ella, el último videoclub que quedaba, la que cierra la puerta.

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Pero el mundo da muchas vueltas, e igual que el vinilo está retornando con fuerza, quien sabe si ocurrirá lo mismo con los formatos físicos de cine. De momento, todas las películas se siguen estrenando en Blu-ray y Blu-ray 4K, y algunas en DVD, destinadas a la venta. Por desgracia, no ocurre así con las series, en donde solo Warner y Paramount siguen comercializándolas en formato físico.

El cierre del negocio de alquiler de DVDs y Blu-rays de Netflix, tras 25 años, genera un poso de nostalgia. El adiós definitivo a la época de los videoclubes y el alquiler de películas, que casi todo el mundo utilizaba hace 20 o 25 años.