Si hay algo que tengan en común la mayoría de estafas, es que estas se aprovechan de la confianza de la gente para llevar a cabo algún tipo de engaño. 

Y si se piensa con perspectiva, ¿qué genera a veces más confianza que un supermercado? En muchos casos, supone una parte fundamental de la rutina de muchísima gente. Terminas por conocerlo tanto como tu casa.

Por ese motivo, no resulta extraño que algunos delincuentes se hayan fijado precisamente en ellos para llevar a cabo algunas de sus principales fechorías. 

Tanto es así, que los supermercados se han convertido en el “gancho” para timar a los usuarios. Incluso la propia Guardia Civil ha alertado de los peligros de esta nueva estafa, cada vez más habitual. 

La estafa del supermercado

Los casos de phishing están a la orden del día. Es decir, de aquellos timos que se aprovechan de nombres conocidos para suplantar sus identidades y hacer que la gente pique. Los hay para todos los gustos: quienes se hacen pasar por bancos, Correos, cadenas de ropa conocida, la Seguridad Social o hasta la Policía Nacional. ¿Por qué no también un supermercado?

Eso debe ser, precisamente, lo que han debido pensar los ciberdelincuentes, que se han lazado a cometer lo que la Guardia Civil ha decidido bautizar como “la estafa del cliente fiel”. Su nombre ya da pistas de por dónde van los tiros, ¿verdad? Básicamente, los criminales se ponen en contacto contigo anunciando que has ganado un sorteo, o un premio por el estilo.

Como es natural, lo hacen amparándose en el nombre de un conocido supermercado, para de esta forma despertar tanto tu interés como tu confianza. Por supuesto, los estafadores no tienen reparos no solo en utilizar el nombre de la cadena en cuestión, sino sus colores, logos, eslóganes o lo que haga falta. También se han dado casos en los que se promocionan descuentos increíbles.

Tan increíbles que, cómo no, son falsos. El objetivo de este engaño es el más común de todos: conseguir los datos de tu tarjeta bancaria, para lo cual acceden a tus datos de cliente del supermercado, y a partir de ahí a los personales. Como es habitual, los mensajes van acompañados de un enlace que se debe evitar a toda costa.

Cómo evitar la estafa del supermercado

Está claro que el principal peligro de este tipo de estafas radica en que te creas que realmente el premio llega de tu supermercado de confianza. 

Sin embargo, aunque los ciberdelincuentes se tomen muchos esfuerzos para suplantar el nombre de una compañía conocida, luego suelen ser bastante torpes en otros sentidos. Casi siempre, en el ortográfico. 

¿Qué quiere decir esto? Pues que si recibes un mensaje de estas características, debes comprobar siempre lo que dice con detalle, no echarle un vistazo rápido y general. Si detectas palabras mal escritas, desconfía. Y, por supuesto, ni se te ocurra entrar en ningún enlace ni descargar ningún archivo. En caso de duda, pone en contacto con el propio supermercado.