El jengibre está de moda. Cada día es más habitual encontrarse con todo tipo de recetas, complementos e incluso dietas que lo tienen como protagonista, sobre todo entre la población más apasionada al deporte y la nutrición. 

Su uso, no obstante, no es ni muchísimo menos algo nuevo. Desde la antigüedad ya existen más que probadas evidencias de que muchas culturas milenarias lo utilizaban no tanto como alimento sino como remedio para infinidad de males. 

Una tradición que poco a poco ha ido resucitando en Occidente, y que parece también convencer a los expertos de todo el mundo. 

Pero la gran pregunta que mucha gente se hace es: ¿qué opina la ciencia al respecto? En el mundo repleto de información en el que vivimos, no siempre todo lo que se dice de cualquier producto se termina por ajustar a la realidad. ¿Es realmente tan milagroso el jengibre como señalan algunos? ¿Deberíamos todos incluirlo en nuestra dieta?

Cualidades comprobadas del jengibre 

Una de las características más significativas del jengibre es sin duda su particular sabor. Algo que tradicionalmente lo ha alejado de la cocina de muchos lugares del mundo, pero que ahora ha sabido adaptarse a las corrientes más modernas. El jengibre tiene un gusto fuerte, a medio camino entre lo dulce y lo picante, no apto para todo tipo de paladares, sobre todo en grandes cantidades.

Pero su naturaleza tiene una explicación muy sencilla, que ha dado tradicionalmente a esta raíz unas propiedades curativas realmente destacables. Para empezar, contiene en gran medida fibra, magnesio, hierro y vitaminas B3 y B6. 

Su gran cantidad de compuestos, por otro lado, han permitido que sobre todo en Asia el jengibre, tomado muchas veces a modo de infusión, se recetara prácticamente para todo. Y es ahí donde conviene poner la lupa, para saber qué aspectos medicinales son realmente ciertos y cuales, al menos a priori, pertenecen más al campo de la imaginación popular. 

¿Por qué es bueno incluir jengibre en tu dieta?

A día de hoy, existen diferentes beneficios de consumir jengibre que, según los especialistas de todo el mundo, se ajustan absolutamente a la realidad, y que mejoran la salud de quienes lo toman. Sobre todo cuando se utiliza fresco. Son las siguientes: 

Antiinflamatorio y antioxidante

Tal y como han puesto de manifiesto muchos informes, el jengibre puede ser un buen aliado a la hora de envejecer de manera saludable, debido a sus cualidades antioxidantes. Esto se debe, principalmente, a que sus propiedades naturales combaten el daño celular. De la misma forma, también reduce el dolor y la inflamación de diversas patologías como la artritis. 

Antibacteriano 

Por otro lado, el jengibre también ha demostrado ser eficaz contra algunos tipos de bacterias, por ejemplo aquella que afectan a la salud bucal. Es decir, que puede considerarse un remedio contra afecciones como la gingivitis. Igualmente se recomienda su uso después de haberse sometido a alguna cirugía. 

Malestar gastrointestinal 

Gracias a su contenido en fibra, más allá de otras propiedades, muchos expertos señalan que una de las ventajas de incluir jengibre en la dieta pasa por aliviar las molestias gastrointestinales que provocan gases, hinchazón o dolor de estómago. También se ha mostrado eficaz para ayudar con las náuseas provocadas por distintas patologías. 

Anticancerígeno 

Uno de los aspectos que más ha traído de cabeza a los científicos, no obstante, ha tenido que ver con las propiedades anticancerígenas del jengibre. Por mucho que se trate de un tema delicado, algunos estudios apuntan a que incluir jengibre en la dieta podría ayudar en la prevención de algunos tipos de cáncer. Un asunto que los especialistas se continúan tomando muy en serio.

Con todas estas aportaciones encima de la mesa, lo que está claro es que todo parece indicar que los beneficios de esta raíz están fuera de toda duda. Un complemente que puede resultar saludable para todos, y que puede adquirirse en cualquier supermercado, ya sea fresco o molido.