Si lo piensas bien, está claro que la vida es una sucesión de decisiones. Y no solo aquellas que tienen una supuesta transcendencia, como qué carrera elegir, casarte o no o tener hijos. 

Cada día es habitual enfrentarse a todo tipo de incertidumbres, que puedes afrontar de una manera o de otra, y que, más allá de la suerte, pueden provocar una variación en tu rutina. 

Es obvio que, afortunadamente, cada persona cuenta con sus propios criterios a la hora de tomar sus decisiones para ser feliz, que es el fin que la mayoría de la gente busca. Sin embargo, ¿existen realmente criterios que deben tomarse específicamente en cuenta a la hora de decantarse por una opción u otra? Según algunos expertos, sí. Esto es lo que considera Harvard al respecto.

Tomar decisiones para ser feliz

Una persona normal y corriente puede llegar a tener que tomar miles de decisiones al día. Algunas conscientes y otras no, mecánicas, por así decirlo. 

Pero todas ellas determinan en mayor o menor medida los pasos que se dan. A veces, incluso los más pequeños detalles resultan fundamentales. Sobre todo, si se tiene en cuenta un factor importante: el auge de la tecnología.

Gracias a Internet y a las nuevas tecnologías, es más fácil que nunca no solo tener un mayor acceso a la información (buena o mala, eso depende), sino también a más oportunidades a la hora de tomar decisiones. Algo que, al menos a priori, puede resultar positivo, pero que también tiene su problemática, empezando porque puede dificultar aquello de centrarse en lo importante.

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Según señalan desde Harvard, tomar decisiones no es gratis. Es decir, que puede consumir energías y resultar agotador. Además, cuantas más alternativas existan a tu alrededor, más posibilidad también se dan de que termines por arrepentirte de aquello que has elegido. Para ellos, está claro: si quieres ser feliz, mejor tener que tomar menos decisiones. No siempre más es mejor.

Esto, a su vez, te da la oportunidad de concentrarte en lo que verdaderamente es importante y tiene un reflejo real en tu vida. Si estás consumiendo energía en banalidades como qué modelo de teléfono comprar o qué artículos consumir de la ingente cantidad de alternativas que hoy existen, tienes menos fuerzas para decidir sobre lo que sí es relevante.

La clave para tomar decisiones

Teniendo en cuenta todo lo anterior, la recomendación de Harvard pasa por reducir en la medida de lo posible la toma de decisiones. 

Como ellos mismos explican, esa es la razón por la que muchos lugares relacionados con la relajación y la paz procuran siempre ir a lo concreto, concentrarse en lo sencillo. Ellos hablan de “adelgazar” la cantidad de opciones. 

Básicamente, sería algo así como realizar una “dieta de decisiones”. Igual que no comes todo lo que puedes ingerir, sino lo que te resulta necesario y te gusta más, de forma razonable, aconsejan hacer lo mismo con la cantidad de decisiones que debes afrontar. ¿Qué es realmente lo importante? Partiendo de esa pregunta, hay que seleccionar las prioridades, y tomarse su tiempo solo con ellas.