En un gran avance que está dejando a muchos con la boca abierta, una nueva investigación ha desvelado que un tipo común de hongo podría estar relacionado con el desarrollo de placas amiloides tóxicas, que, para que lo comprendas mejor, se trata de una característica distintiva de la enfermedad de Alzheimer. 

Aunque el estudio se ha realizado por el momento en ratones, sugiere que algunas condiciones neurodegenerativas podrían originarse por fuentes externas al cerebro, poniendo entonces en duda la creencia de que estas placas amiloides se formaban debido al estrés o la inflamación en el cerebro.

El hongo en cuestión se le conoce como Candida albicans, y este ha sido detectado en cerebros sometidos a autopsias de personas con Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. 

Esta investigación lo que ahora plantea es la posibilidad de que las infecciones externas puedan invadir el cerebro de mamíferos y desencadenar una respuesta inmune, que, si se descontrola, podría provocar síntomas similares a los del Alzheimer.

Entonces, ¿qué significa todo esto en términos más sencillos?

Para entender esto mejor, investigadores de la Facultad de Medicina de Baylor en Estados Unidos llevaron a cabo un estudio con ratones, a los que inyectaron Candida albicans directamente en su cerebro, dando con la clave de este estudio.

Este hongo Candida, que seguro que ya lo has escuchado nombrar, es un organismo que se encuentra naturalmente en muchas partes, incluyendo la boca, el tracto gastrointestinal y la piel de los seres humanos. De hecho, la mayoría de las personas tienen pequeñas cantidades de Candida albicans en su cuerpo de manera normal, y esto generalmente no causa problemas de salud.

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Resulta que este hongo puede activar dos sistemas de defensa en el cerebro. Uno de ellos hace que una barrera en el cerebro sea más permeable, permitiendo que el hongo entre. Al mismo tiempo, este descompone proteínas en el cerebro que se parecen a las placas amiloides, que son una característica del Alzheimer. 

Por otro lado, el segundo sistema de defensa también involucra al hongo Candida. Libera una sustancia que activa a las microglia para que eliminen el hongo. En ratones sanos, estos dos sistemas son muy buenos para eliminar infecciones por Candida en unos diez días.

Sin embargo, si algo sale mal y la respuesta del sistema de defensa del cerebro se altera, las infecciones por Candida pueden durar mucho más tiempo. En otras palabras, si el cerebro no puede eliminar bien el hongo, podría causar daño a largo plazo.

Hasta ahora, se creía que las placas amiloides eran un síntoma tardío del Alzheimer, pero este estudio sugiere que podrían ser más importantes de lo que se pensaba.

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El inmunólogo David Corry, que capitaneó la investigación en Baylor, considera que este descubrimiento podría ser una pieza importante para resolver el complejo rompecabezas del Alzheimer. Pero, lógicamente, se necesita más investigaciones para entender completamente cómo funciona esto y si se aplica a tratamientos médicos.

"La explicación actual para esta condición es que es principalmente el resultado de la acumulación de péptidos tóxicos similares al amiloide beta en el cerebro que conduce a la neurodegeneración. El pensamiento dominante es que estos péptidos se producen endógenamente; nuestras propias proteasas cerebrales se rompen, derriban las proteínas precursoras de amiloide generando los péptidos beta-amiloide tóxicos", explica.

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No cabe duda de que la relación entre las infecciones por hongos y las enfermedades cerebrales es un tema realmente importante y que urge que sea tratado de forma inminente, especialmente porque las infecciones fúngicas son un problema de salud no resuelto, y desarrollar tratamientos, por el momento, es bastante difícil.

Los hallazgos de este estudio, aunque hay que resaltar de nuevo que están en su fase inicial, no cabe duda que al menos dan un rayo de esperanza con el objetivo de desarrollar nuevas terapias para hacer frente el deterioro cognitivo en el futuro. 

Por supuesto, se necesitarán más investigaciones en animales vivos y también en células humanas para entender a la perfección cómo funciona y qué métodos podrían desarrollarse.