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El telescopio James Webb revela cómo quedan los planetas tras morir su estrella

Enrique Luque de Gregorio

El telescopio James Webb revela cómo quedan los planetas tras morir su estrella
  • Este nuevo descubrimiento revela cómo podría ser el futuro del sistema solar. 
  • Se espera que el Sol se convierta en una enana blanca dentro de 5 mil millones de años.

Todo el mundo sabe que el Sol terminará por transformarse en algún momento, pasando de ser una estrella enana amarilla, como se la conoce comúnmente, para convertirse en una enana blanca cuya superficie se irá enfriando poco a poco, terminando con la vida en la Tierra. La buena noticia, es que aún quedan miles de millones de años para que eso ocurra.

¿Qué pasará entonces? Aunque los científicos tienen una idea teórica del destino del astro y de los planetas que orbitan a su alrededor, ahora se han conseguido pruebas más exactas del proceso. Ha sido por medio del telescopio James Webb, que ha revelado, entre otras cosas, cómo quedan los planetas tras morir su estrella. 

Orbitando alrededor de una estrella muerta

Por mucho que pueda calcularse cuándo y cómo será el final del Sol, no es fácil encontrar casos concretos en el espacio que muestren tal situación en la realidad. Por eso resulta sorprendente que el telescopio espacial James Webb haya permitido dar con dos ejemplos específicos de este fenómeno, según ha informado el medio especializado Space.com

Gracias a él, se han encontrado dos exoplanetas que se encuentran orbitando dos estrellas enanas blancas. O lo que viene a ser lo mismo: dos estrellas muertas, lo mismo que le sucederá al Sol en un futuro lejano. Además, ambos cuerpos celestes ofrecen, al parecer, muchas similitudes Júpiter y Saturno, por lo que es fácil darse cuenta de qué pasará con ellos. 

“Muy pocos planetas han sido descubiertos alrededor de estrellas enanas blancas. Lo extraordinario de estos dos posibles planetas es que son más similares a los planetas en nuestro sistema solar externo en temperatura, edad, masa y separación orbital que cualquier otro planeta encontrado antes”, ha dicho Susan Mullaly, principal responsable de la investigación. 

¿Qué quiere decir esto exactamente, a ojos de los científicos? La investigadora lo ha expresado con sus propias palaras: "Esto nos brinda nuestra primera oportunidad de ver cómo se ve un sistema planetario después de que su estrella muere”. 

El futuro del Sol

Al parecer, uno de los posibles exoplanetas se encuentra a una distancia de su enana blanca que difiere solamente unas 11 veces la distancia entre la Tierra y el sol. El otro, en cambio, está algo más alejado de su estrella, aproximadamente 34.5 veces la separación entre nuestro planeta y su estrella.

En el caso concreto del Sol, antes de terminar su ciclo vital alcanzará el tamaño de una gigante roja, tragándose a Mercurio, Venus, la Tierra y posiblemente también a Marte. Luego, sus capas externas se enfriarán hasta transformarse en una enana blanca, rodeada por lo que suele conocerse como una nebulosa planetaria. Es decir, sus restos agotados.

Este caso detectado por el James Webb daría pistas, por lo tanto, de cómo podría ser el futuro de los dos planetas gigantes que se encuentran más allá de marte: Saturno y Júpiter, y de qué forma afectaría a sus órbitas. Al parecer, ambos podrían “sobrevivir” al final del sol, si se confirma la información descubierta por medio del telescopio. 

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