Existen muchos motivos para estudiar le universo. El primero de ellos, claro está, responder a la eterna pregunta de ¿hay realmente vida inteligente ahí fuera? Pero también hay otras cuestiones que no son baladí, como comprender mejor la formación del cosmos o, llegado el momento, saber cómo podría la humanidad mudarse a otros mundos. 

Por eso resulta normal el gran revuelo que se forma cuando, como ha sucedido en esta ocasión, se lleva a cabo un gran descubrimiento astronómico. En este caso, un planeta que orbita en torno a una estrella igual al Sol y que está en “nuestro patio trasero”. ¿Qué quiere decir esto realmente, y qué oportunidades les da a los científicos? 

Un planeta similar a la Tierra

Si te hablamos del nombre HD 63433d, lo más probable es que no te diga gran cosa. Pero, si por el contrario te decimos que se trata de un nuevo planeta descubierto orbitando una estrella similar al sol, quizá la cosa cambie. Incluso si así la noticia no te impresiona demasiado, es importante centrarse en sus detalles para conocer todo su potencial real. 

El descubrimiento en cuestión ha sido publicado en The Astronomical Journal, y liderado por Melinda Soares-Furtado, una estudiante poseedora de la prestigiosa Beca Hubble de la NASA en la Universidad de Wisconsin–Madison. 

¿Y por qué resulta tan especial? Básicamente por sus semejanzas con el mundo que mejor conocemos. Es decir, con la Tierra y el Sol. Para hacerse una idea, hay que partir de la base de que el planeta HD 63433d tiene un tamaño prácticamente idéntico al de nuestro planeta, con un tamaño apenas un 7,3 por ciento superior. 

Pero lo más significativo del asunto pasa porque el planeta orbita en torno a una estrella muy parecida al Sol, bautizada también como HD 63433. Se trata de todo un acontecimiento astronómico porque, hasta la fecha, los investigadores habían encontrado sobre todo planetas rocosos orbitando en torno a otros tipos de estrellas, generalmente enanas rojas. 

Un descubrimiento “en nuestro patio trasero”

También hay que resaltar, como han hecho los responsables de la noticia, la proximidad del descubrimiento. La estrella HD 63433 (y por lo tanto los planetas que la orbitan) está ubicada a sólo 73 años luz de nuestro sistema solar, en la constelación de la Osa Mayor. Puede parecer lejísimos, pero en términos astronómicos no lo está tanto, más bien todo lo contrario. 

La propia estudiante Melinda Soares-Furtado se ha mostrado entusiasmada precisamente por ello, asegurando que la estrella se encuentra “en nuestro patio trasero” y que podría verse prácticamente con un buen para de prismáticos desde la Tierra. 

Con todo, hay una complicación, sobre todo si se piensa que el planeta HD 63433d pudiese albergar vida o ser idóneo para recibirla en algún momento. El planeta orbita muy cerca de su estrella, hasta el punto de que su órbita se completa en poco más de 4 días terrestres. ¿Qué quiere decir esto? Pues que su superficie es un infierno de calor y fuego. 

Pese a ello, las posibilidades que ofrece este descubrimiento son muchas, más que nada a la hora de entender la formación de los sistemas planetarios, el origen de los mismos y cómo evolucionan con el tiempo. Sobre todo, por las semejanzas que tiene con el nuestro.