Desde que el mundo es mundo, el hombre se ha hecho la misma pregunta: ¿estamos solos en el universo? Hasta la fecha, no obstante, no existe una respuesta firme, científica, que no esté sujeta a especulaciones, deseos o teorías esotéricas. Los resultados no han variado, es cierto, pero sí las maneras de intentar dar respuesta al interrogante universal. 

En esta ocasión, científicos europeos han anunciado novedades para buscar las tan ansiadas evidencias de vida extraterrestre. Consisten en un nuevo sistema de antenas de radio que se colocarán en diferentes puntos del continente con la intención en encontrar señales en el espacio. 

¿Hay alguien ahí fuera?

A poco que te interesa el mundo de la astronomía, seguramente te estarás preguntando: bueno, pero eso ya se hacía, ¿no es cierto? La verdad es que sí, pero este nuevo proyecto, apadrinado por el Observatorio Europeo de Baja Frecuencia (LOFAR), quiere aprovechar los últimos avances tecnológicos para explorar posibilidades que no se han investigado hasta el momento. 

De hecho, el célebre proyecto de Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre, popularmente conocido como SETI, lleva utilizando esta técnica desde los años 80: utilizar sus enormes antenas como receptores de señales de radio con las que, supuestamente, captar actividad extraterrestre inteligente. 

Un tema que incluso se trató en el libro Contact, de Carl Sagan, y que después se adaptó al cine con Jodie Foster de por medio. 

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¿Dónde está entonces la diferencia? Hasta el momento, los científicos se habían centrado en intentar encontrar frecuencias de radio que superaran el gigahercio. También por una razón sencilla: superar las interferencias causadas por la propia atmósfera terrestre. 

Ahora, por el contrario, dos estaciones del LOFAR, las ubicadas en Suecia y en Irlanda, se concentrarán en rastrear frecuencias bajas. Un hito, teniendo en cuenta que las limitaciones tecnológicas no permitían hacerlo antes. Eso, como es natural, abre un nuevo abanico de posibilidades.

La inteligencia artificial en la búsqueda extraterrestre

Las intenciones del LOFAR, además, no terminan ahí. Aunque desde sus inicios el SETI se ha visto rodeado de polémica, con expertos y científicos que no comulgan con sus métodos o, sencillamente, ven una pérdida de tiempo su labor, el Observatorio Europeo de Baja Frecuencia se unirá a él para llevar a cabo este nuevo proyecto. 

Un proyecto que, además, crecerá dentro de poco con la incorporación de dos nuevas estaciones, una en Italia y otra en Bulgaria, donde también se buscarán señales de radio de baja frecuencia. 

Pero quizá uno de los detalles que más ha llamado la atención, como no podía ser de otra manera, haya sido la intención de utilizar inteligencia artificial para la búsqueda extraterrestre. O para ser más preciosos, a la hora de analizar los datos que se obtengan. 

Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los científicos que trabajan en la búsqueda de evidencias alienígenas mediante señales de radio es el posterior estudio de los datos obtenidos en profundidad. 

Gracias a la inteligencia artificial, se desarrollará un algoritmo capaz de hacerlo de forma eficaz y, lo que es aún más importante, rápida. De esta manera, si realmente se lleva a cabo una detección que demuestre vida inteligencia fuera de la Tierra, se descubrirá antes.

¿Estamos más cerca de saber si realmente tenemos vecinos en el universo? Eso nadie lo sabe, pero, desde luego, los esfuerzos por saberlo cada día son mayores. Y por cada ventana que se abra, más posibilidades surgirán.