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Los percebes serían la clave para resolver el misterio del vuelo de Malaysia Airlines desaparecido en el océano Índico

Percebes

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Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

Parece una locura, pero realmente podrían estar los científicos muy cerca de encontrar los restos desaparecidos del vuelo 370 de Malaysia Airlines que desapareció sin dejar rastro y todo gracias a los percebes.

El gran misterio que rodea la desaparición del vuelo MAF370, ocurrido hace nueve años sobre el Océano Índico, ha mantenido desconcertado al mundo. El 8 de marzo de 2014, el vuelo 370 de Malaysia Airlines partió de Kuala Lumpur con destino a Pekín. 

Tras aproximadamente 38 minutos de vuelo, el Boeing 777-200ER, que transportaba a 227 pasajeros y 12 tripulantes, realizó su última comunicación por radio mientras cruzaba el Mar de China Meridional. Datos del satélite Inmarsat indicaron que el avión había seguido una trayectoria hacia el suroeste, adentrándose en el vasto Océano Índico.

Teniendo esto en cuenta, las especulaciones comenzaron a circular y se han estado barajando todo tipo de posibilidades: aunque la Oficina Australiana de Seguridad en el Transporte (ATSB) concluyó que murieron por carencia de oxígeno, la falta de pruebas ha dado pie a teorías de terrorismo hasta secuestros por parte de Corea del Norte o incluso un contacto con vida extraterrestre.

Sin embargo, un geocientífico de la Universidad del Sur de Florida podría haber descubierto una forma bastante curiosa de rastrear los restos de esta tragedia utilizando un método inesperado: los percebes.

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El percebe como enfoque clave para conocer dónde estás los restos del avión

Gregory Herbert ha propuesto este enfoque innovador. Poco después del accidente, fragmentos del avión, incluido una parte del ala, aparecieron en las costas de la isla Reunión, cerca de África. 

Lo sorprendente fue que estos fragmentos tenían colonias de percebes Lepas anatifera, cuyas conchas acumulan capas diariamente con proporciones variables de isótopos de oxígeno, según la temperatura del agua.

Mediante mediciones de percebes criados en laboratorio bajo condiciones controladas, Herbert y su equipo pudieron aplicar estos datos al modelado oceanográfico. Esto permitió rastrear la deriva de los restos en función de las variaciones de temperatura registradas en las conchas y, así, intentar reconstruir la ruta de los fragmentos hasta su origen.

Aunque la ubicación precisa del accidente aún permanece desconocida debido a la falta de percebes lo suficientemente grandes para ser estudiados, este nuevo enfoque al menos puede acotar el área de búsqueda para futuras investigaciones, lo que, desde luego, ofrece una nueva esperanza a las familias de los pasajeros y tripulantes del avión.

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Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.

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