Reconstruyen el rostro de la momia Juanita, la doncella de hielo inca sacrificada en un ritual
Wikimedia
- La momia Juanita fue descubierta en 1995, en las montañas de Perú, en perfecto estado de conservación, pese a haber vivido antes de la llegada de Colón a América.
- Un artista forense ha reconstruido su rostro con técnicas informáticas. Una niña de entre 12 y 15 años, sacrificada para satisfacer al dios del volcán.
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El arqueólogo Johan Reinhardt y el escalador Miguel Zárate encontraron la momia de Juanita en el volcán Monte Ampato, en 1995. Permaneció congelada durante 500 años a 6.400 metros de altura. Casi 30 años después, han reconstruido su rostro.
La momia Juanita, también conocida como la Doncella de Hielo o la Joven de Ampato, era una niña inca de entre 12 y 15 años, que murió sacrificada en un ritual llamado Capac cocha, entre los años 1440 y 1480.
Cerca de ella se han encontrado otras momias de niños y niñas, lo que indica que se trataba de un ritual asentado que se practicaba para pedir a los dioses del volcán el fin de la sequía.
Reconstruyen el rostro de la Doncella de Hielo, una joven inca sacrificada
Juanita fue encontrada envuelta en ricas telas, y rodeada de estatuillas, huesos de llama y utensilios de cerámica, lo que indica que pertenecía a la alta sociedad del imperio Inca.
El análisis forense certificó que fue sacrificada mediante un ritual llamado Capac cocha, y seguramente accedió a ello de forma voluntaria, o al menos bajo el permiso de su familia.
En este ritual inca a la víctima se le suministra coca y alcohol, para que pierda el sentido, y después se la sacrifica clavándola un objeto afilado en la cabeza o la espalda.
Juanita fue abandonada en lo alto del Monte Ampato de los Andes, en donde el frío y el hielo preservaron su cuerpo:
Casi 30 años después de su descubrimiento, el artista forense Oscar Nilsson ha reconstruido su rostro a partir de una radiografía 3D de su calavera, y programas informáticos que añaden la carne y la piel a esas formas.
Como vemos en esta imagen, también se ha reconstruido el ropaje que llevaba Juanita el día de su muerte:
Según recoge la BBC, estos rituales eran muy comunes en la cultura inca, y en algunas ceremonias se llegaban a sacrificar a docenas de niños y niñas. Se trataba de un gran honor para las familias.
Gracias a la informática y al artista forense Oscar Nilsson, podemos hacernos una idea de cómo era el rostro de Juanita, la niña inca sacrificada en un ritual religioso. Sus restos pueden verse en el Museo de la Universidad Católica de Santa María, en Arequipa, Perú.
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