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Speedwatching: por qué no deberías acelerar los vídeos, según la ciencia

Enrique Luque de Gregorio

Speedwatching: por qué no deberías acelerar los vídeos, según la ciencia

Vivimos en tiempos cada vez más apresurados. La ingente cantidad de contenidos que en especial Internet pone al alcance de todos los usuarios, no solo dificulta en ocasiones su selección, sino también la forma en la que frecuentemente más gente los consume. Algo que ha provocado la aparición de un nuevo fenómeno: el speedwatching.

Básicamente, “speedwatching” podría traducirse como ver contenido a alta velocidad. Es decir, consumir películas, series, videos y otro tipo de contenido audiovisual a velocidades superiores a las normales, buscando así maximizar la cantidad de información absorbida en el menor tiempo posible. Pero ¿se trata realmente de una práctica saludable? ¿Qué dice la ciencia al respecto?

Speedwatching, anteponiendo cantidad a calidad

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Getty Images

El speedwatching, por lo tanto, se refiere a la práctica de ver contenido multimedia a velocidades más rápidas de lo que fue originalmente producido. Conscientes de ello, plataformas de streaming, como Netflix, YouTube y otros servicios, han incorporado funciones que permiten a los usuarios acelerar la reproducción a X1.5, X2 o incluso más, lo que lleva a una experiencia de visualización más rápida. 

Esta tendencia ha ganado popularidad entre aquellos que buscan consumir más contenido en menos tiempo, ya sea por falta de tiempo o simplemente por la sensación de logro al "terminar" más material. 

Y, aunque puede darse en gente de cualquier edad, es algo que afecta principalmente a los usuarios más jóvenes. Por supuesto, esto implica no concebir una obra como sus creadores la desarrollaron. Pero sus inconvenientes van más allá. 

Elon Musk y Bill Gates

Para empezar, está demostrado que ver contenido a alta velocidad puede afectar la comprensión y retención de la información. Los detalles importantes pueden perderse cuando se acelera el ritmo, lo que disminuye la calidad de la experiencia de visualización. Según la American Psychological Association, esto es especialmente significativo cuando se trata de menores. 

“Los adultos mayores tienen el cerebro formado, pero un menor, adolescente o joven se encuentra en una fase de construcción, por lo que su cerebro es más frágil y mucho más débil”, aseguran tras haber tratado el tema en profundidad. 

La velocidad del speedwatching puede provocar falta de atención. La mente se acostumbra a la rapidez, lo que puede afectar a la capacidad de concentración en tareas que requieren paciencia y reflexión.

¿Puede afectar el speedwatching a la salud mental?

Salud mental

Parece demostrado que el speedwatching no es la mejor forma de consumir y entender algo, al menos desde el punto de visto de comprenderlo y analizarlo. Pero, a decir verdad, tampoco existen estudios que hablen de un impacto negativo considerable en la salud mental, a medio o largo plazo. Sí, en cambio, puede desencadenar episodios de ansiedad o estrés. La explicación es muy sencilla. 

La velocidad a la que se puede ver el contenido puede generar una sensación de presión para consumir más, creando una mentalidad de acumulación de material en lugar de disfrutar y reflexionar sobre cada obra

Redes Sociales

Así, la búsqueda constante de consumir más contenido en menos tiempo puede contribuir al estrés y la ansiedad. La mente se ve constantemente estimulada y exigida, lo que puede tener efectos negativos en la salud mental, especialmente en los jóvenes.

Todo estaría relacionado, por lo tanto, con la sensación de “recompensa” de consumir cuantas más series, vídeos o lo que sea, mejor. Una experiencia muy vinculada a redes y otros aspectos de la sociedad actual, en los que en ocasiones da la sensación de que importa más contar o compartir que se he hecho algo, en lugar del placer de disfrutarlo realmente por sí mismo. 

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