¿Estamos solos en el universo? A lo largo de la historia, esta cuestión ha intrigado a filósofos, científicos y aficionados por igual, generando debates, especulaciones y un constante deseo de exploración más allá de nuestro planeta.  

Sin embargo, hasta la fecha, ningún estudio ha dado una respuesta firme, dejando el misterio aun sin resolver y sujeto a conjeturas y teorías. Lo que sí ha cambiado es la forma en que los expertos se aproximan a la búsqueda de estas respuestas.  

En un esfuerzo por explorar nuevos horizontes y abordar esta interrogante, un equipo de científicos del Instituto Federal de Tecnología de Zurich (ETH) en Suiza ha llevado a cabo el desarrollo de LIFE, el Gran Interferómetro de Exoplanetas. 

Así es el Telescopio Extremadamente Grande (sí, es su nombre) que buscará vida en el espacio y hace palidecer al James Webb

El telescopio LIFE, el nuevo proyecto para encontrar vida extraterrestre 

LIFE representa un salto gigantesco en la capacidad para detectar vida más allá del sistema solar. Este ambicioso proyecto se centra en examinar las atmósferas de exoplanetas en busca de biofirmas, señales que podrían indicar la presencia de vida extraterrestre.  

El telescopio se compone de cinco espejos independientes que trabajarán en conjunto para amplificar la capacidad de observación del telescopio, permitiendo una exploración más detallada y precisa. 

De acuerdo con los expertos, estará ubicado estratégicamente en el punto de Lagrange 2, a una distancia aproximada de 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, LIFE tendrá una posición privilegiada para estudiar el cosmos en busca de signos de vida.  

Esta ubicación, junto con la tecnología utilizada en su diseño, proporcionará a los científicos una ventana única hacia mundos distantes, ofreciendo la posibilidad de responder a una de las preguntas más fascinantes de la humanidad. 

El funcionamiento de LIFE se basa en el análisis de los espectros atmosféricos de los exoplanetas, buscando marcadores químicos que podrían indicar la presencia de vida.  

Específicamente, el telescopio se enfocará en la detección de sustancias como el ozono, el metano y el óxido nitroso, conocidas como bioindicadores potenciales. Estas moléculas son fundamentales en los procesos biológicos terrestres y podrían ser clave para identificar la existencia de vida en otros mundos. 

Los científicos han llevado a cabo pruebas y simulaciones para garantizar la efectividad de esta tecnología. Utilizando la atmósfera terrestre como modelo de prueba, han demostrado la capacidad del telescopio para detectar una variedad de sustancias químicas, incluyendo dióxido de carbono, agua, ozono y metano.  

Los resultados han sido todo un éxito, destacando el potencial de LIFE para revolucionar la comprensión y el estudio del universo. Además de su capacidad para detectar biofirmas, el telescopio también ofrece una visión sobre la habitabilidad de exoplanetas cercanos.  

Han desarrollado modelos avanzados para calcular los tiempos de observación necesarios para detectar signos de vida en diferentes tipos de mundos, desde aquellos en órbitas cercanas a estrellas similares al Sol hasta planetas gemelos de la Tierra a años luz de distancia. 

LIFE representa un hito significativo en la búsqueda de vida en el universo. Con su tecnología y su enfoque innovador, este mega telescopio espacial tiene el potencial de cambiar la exploración espacial.