Revelan que el interior del pozo más profundo de la Luna tiene espacio para albergar una base futura
Un estudio ha revelado uno de los lugares en los que se podría empezar a construir la primera base en la Luna mediante la creación de un modelo 3D: sería un pozo de 100 metros de profundidad.
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La Luna ha generado interés en los últimos años con proyectos prometedores como una posible vuelta del ser humano a este satélite o la construcción de una red ferroviaria con la que transportar mercancías. El descubrimiento en 2009 de más de 200 pozos en la superficie lunar podría ser la clave para las futuras misiones espaciales.
La mayoría de los agujeros han sido fotografiados por las sondas que orbitan el satélite. Su origen se debe al derrumbe de la lava que ocupaba los huecos de salida a la superficie, aunque se sabe poco de su estructura interna o si bajo la superficie podría haber cuevas subterráneas ocultas.
La sima más profunda encontrada hasta el momento es el pozo Mare Tranquillitatis de 100 metros de profundidad. Un equipo de investigadores de Italia ha descubierto que tiene un conducto subterráneo en su parte inferior que protege de la radiación solar, los rayos cósmicos y los impactos de micrometeoritos.
Mare Tranquillitatis podría ser el lugar perfecto para construir una futura colonia espacial en la Luna. El estudio publicado en la revista Nature Astronomy apunta que este pozo es accesible después de analizar la zona con la sonda LRO (Lunar Reconnaissance Orbiter).
La cueva ubicada en este pozo se expande hasta el fondo dejando agujeros más pequeños en su camino. “Se han observado más de 200 pozos lunares, presentamos la primera evidencia de que se puede acceder directamente a una cueva lunar desde el fondo de uno”, ha explicado Leonardo Carrer, investigador que ha dirigido el proyecto, a elDiario.es.
La cueva podría albergar un refugio lunar
Nature Astronomy
Los datos de la sonda LRO apuntan que el pozo podría tener una profundidad de 130 a 170 metros, entre 30 y 80 metros de largo en algunos puntos y cerca de 45 metros de ancho. La cueva tiene una inclinación relativamente baja con un máximo de 45 grados, así que sería habitable para los futuros astronautas que pisen la Luna.
Los datos estaban disponibles desde hace 14 años, ha aclarado Carrer. El hecho de que el estudio sea novedoso a estas alturas se debe a una reinterpretación de los datos. El equipo de investigadores ha utilizado la tecnología actual para crear un modelo en 3D.
La ciencia aspira a llegar a la Luna, pero pretende quedarse cuando lo haga. Este no es el primer estudio que muestra posibles candidatos para albergar la futura colonia lunar. Una investigación de 2022 recogió datos mediante imágenes oblicuas de seis pozos para explorar su estructura interior.
La NASA se sumó a la carrera por encontrar un lugar donde vivir en la Luna. Ese mismo año aseguró que el interior de estos pozos lunares tiene una temperatura media de unos 17 °C, así que los astronautas no vivirían grandes cambios en comparación con la vida en la Tierra.
Las cuevas protegen de las temperaturas y los micrometeoritos del exterior, pero también podrían ser una fuente de materiales y agua. Las fosas suelen estar cerca de fuentes de hielo y otros minerales que podrían facilitar la vida en la Luna.
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