Google es el buscador por defecto de prácticamente cualquier navegador de internet. Es la primera página que alguien visita cuando se conecta y seguramente desde tu móvil cuando quieres buscar algo, lo haces en Google.

Existen otros buscadores, como Bing o DuckDuckGo, pero ninguno puede competir con la calidad de los resultados de Google. Y esa incapacidad de competir tiene un motivo: para que un buscador sea mejor se necesitan millones de búsquedas.

Gracias a uno de los juicios más importantes de nuestra época por posición dominante de Google en EEUU, ahora conocemos que Google pagó la friolera de 26.300 millones de dólares a diferentes empresas en 2021 para ser el buscador por defecto, gran parte ese dinero va a Apple, unos 18.000 millones.

Para poner en perspectiva esta cifra, el negocio de publicidad del buscador hizo en el segundo trimestre de 2023 unos 44.000 millones de dólares. Esta enorme cifra se reparte entre otros navegadores, como Firefox que es su principal vía de ingresos, o el navegador de Samsung y otros fabricantes y operadoras.

Apple es una empresa y como tal lo único que busca es tener una cuenta de resultados positiva, es decir, no tiene sentido rechazar un cheque de tal magnitud para que la compañía sea el buscador por defecto.

Pero ese es justamente el problema. Si Google es el buscador por defecto hace imposible que otros buscadores puedan competir. Incluso si al final el 99% de los usuarios elige Google, ese 1% extra marca la diferencia para un buscador pequeño, como Bing o DuckDuckGo para mejorar sus resultados.

Acusan a Google de pagar a Apple para que no desarrolle su propio motor de búsqueda

Satya Nadella, CEO de Microsoft, declaró en este juicio sobre cómo la posición dominante de Google daña el negocio de Bing. Un incremento de la distribución le daría a Bing un aumento en flujo de consultas que mejoraría los resultados de Google, declaró ante las preguntas de los abogados del estado.

Microsoft intentó ser el buscador por defecto de Safari, el navegador de los sistemas operativos de Apple y el más usado en los iPhone, pero nunca llegaron a un acuerdo porque Apple tenía miedo a la respuesta de los de Mountain View, comentó Nadella, según la transcripción proporcionada por The Verge.

La relación entre Google y Apple es de dependencia, el famoso buscador necesita las búsquedas de los usuarios de iPhone y Apple no se atreve –por ahora– de reemplazarles por lo que pueda hacer, por ejemplo, anunciando Chrome en sus aplicaciones de Gmail, Calendar o Maps.

¿Qué se puede hacer para que Google tenga competencia?

Por desgracia, poco. No es pesimismo, bueno, quizá un poco, pero el paso evidente es dejar de usar tanto Google para todo. Darle una oportunidad a Bing o a DuckDuckGo (que utiliza parte de los resultados de los primeros) y ver cómo te funciona. Hay otras alternativas, menos conocidas, pero alternativas.

Como decía, a no ser que estos buscadores tengan más flujo de búsquedas, no podrán mejorar y, por lo tanto, convertirse en una alternativa real.

Y en medio de todo esto está Apple, que tiene todos los ingredientes para hacer su propio buscador e integrarlo directamente en la caja de búsqueda de iOS para que compita.

Se trata de un rumor iniciado en Bloomberg, que teniendo en cuenta ese pedazo de cheque que firma Google, tiene pocas probabilidades de hacerse realidad.