El mundo del fútbol ha sido testigo de una revolución en la forma en que se consume este deporte. Con el avance de la tecnología y la accesibilidad de internet, cada vez son más comunes las opciones de streaming para disfrutar de los partidos desde la comodidad del hogar. 

Sin embargo, esta evolución ha traído consigo un problema que preocupa tanto a las autoridades deportivas como a los proveedores de contenido: la piratería. Y esto se debe a que la mayoría de los encuentros de fútbol han comenzado a dejar de ser gratuitos para dar paso a un muro de pago para acceder a todos los partidos de la liga.

En particular, el fenómeno de las listas IPTV ha ganado popularidad entre aquellos que buscan acceder ha contenido de televisión de forma gratuita o a un precio reducido. Estas listas ofrecen una amplia gama de canales, incluidos los dedicados a eventos deportivos de alto perfil como los partidos de LaLiga. 

Sin embargo, detrás de esta aparente conveniencia se esconde una infracción de los derechos de autor y un perjuicio económico para los organismos encargados de la transmisión legítima de los partidos de fútbol.

LaLiga planta cara a las IPTV con un nuevo canal de fútbol gratis

En respuesta a esta creciente amenaza, LaLiga ha intensificado sus esfuerzos para combatir la piratería en todas sus formas. Desde la implementación de tecnologías de protección de contenido hasta la cooperación con las autoridades para identificar y perseguir a los infractores, por lo que se ha dejado claro que no se tolerará el robo de la propiedad intelectual. 

Sin embargo, uno de los desafíos más significativos que enfrenta ahora la liga de fútbol en esta lucha es el fenómeno del cardsharing, una práctica que ha surgido como una alternativa a las listas IPTV y que amenaza con socavar los esfuerzos por proteger los derechos de transmisión.

Cardsharing: qué es y cómo funciona la nueva alternativa a las listas IPTV

El cardsharing es una técnica que permite compartir el acceso a canales de televisión de pago de forma ilegal, utilizando una tarjeta de suscripción digital legítima como fuente de acceso. Básicamente, consiste en compartir los datos de esta tarjeta entre varios usuarios a través de Internet, permitiéndoles acceder a los contenidos protegidos sin tener una suscripción individual.

Cabe señalar que el funcionamiento de este método implica utilizar un dispositivo especializado, conocido como receptor o decodificador modificado, que se conecta a Internet y permite compartir los datos de la tarjeta de suscripción. 

Una persona adquiere una tarjeta de suscripción legítima y utiliza el receptor de cardsharing para compartir los datos de esta tarjeta con otros usuarios. Al final, estos usuarios pueden entonces acceder a los canales de televisión de pago utilizando sus propios dispositivos receptores, sin necesidad de tener una tarjeta de suscripción individual.

Por ejemplo, si un usuario adquiere un servicio por satélite de Movistar Plus+, equipado con su respectivo decodificador y tarjeta de cliente, puede distribuir su código de tarjeta en la red, obteniendo un beneficio económico por ello. 

Mientras que, por otro lado, está el consumidor, que compra dicho código de tarjeta al usuario anterior y con ayuda de un decodificador modificado puede acceder a los contenidos sin hacer un pago adicional. Es como compartir una cuenta de Netflix con muchos usuarios a la vez, y es aquí donde la LaLiga quiere detener esta ilegalidad. 

¿Es legal?

La legalidad de esta técnica es un tema controvertido y complejo. Si bien compartir la señal entre propiedades personales puede considerarse legal en algunos casos, distribuir la señal a un gran número de usuarios de forma masiva constituye una violación de los derechos de autor y las leyes de propiedad intelectual. 

De esta manera, la práctica del cardsharing implica el acceso no autorizado a contenidos protegidos, lo que la convierte en una actividad ilegal y sujeta a sanciones legales. LaLiga, al igual que otros proveedores de contenido, está muy interesada en combatir este método debido a sus efectos perjudiciales para la industria del entretenimiento. 

La distribución ilegal de la señal de televisión de pago mediante cardsharing afecta negativamente a los ingresos de los proveedores legítimos de contenido, ya que reduce la cantidad de suscripciones pagadas y socava la viabilidad económica de sus servicios. 

Por esta razón, LaLiga está tomando medidas enérgicas para identificar y sancionar a aquellos usuarios que lo distribuyen y no tanto a las personas que pagan por ello. Así se decreta en el auto judicial del Juzgado de lo Mercantil número 8 de Barcelona, que autoriza a la liga de fútbol solicitar a los operadores datos de los usuarios que participan en este sistema ilegal.