El eterno conflicto entre la preservación de la fauna y el desarrollo sostenible de las comunidades en donde vive, vuelve a estar sobre la mesa. Alemania quiere que se cacen menos elefantes, y Botsuana asegura que hay superpoblación, así que "vamos a enviar 20.000 elefantes a Alemania", y "no aceptaré un no por respuesta", ha dicho el presidente del país.

En Botsuana viven un tercio de los elefantes que hay en el mundo. En 2014 se prohibió la caza controlada, porque su número estaba menguando, pero en 2019 se volvió a implantar por la presión de las comunidades locales, que sufren daños en sus cosechas por estos enormes animales.

Según la portavoz del Ministerio de Medio Ambiente de Alemania, Iris Throm, el país es uno de los mayores importadores de trofeos de caza de la Unión Europea, y sospechan que buena parte de estos trofeos se obtienen mediante caza furtiva. Así que quieren reducir los permisos de importación.

¿Hay sobrepoblación de elefantes en Botsuana?

El presidente de Botsuana, Mokgweetsi Masisi, ha explicado la posición de su país en una entrevista en la CNN. Asegura que la población de elefantes del país ha crecido hasta los 130.000 ejemplares, y está causando problemas con las cosechas de las poblaciones rurales.

"Es muy fácil sentarse en Berlín y opinar sobre nuestros asuntos en Botsuana. Estamos pagando el precio de preservar estos animales para el mundo. Los alemanes deberían intentar convivir con los animales, de la forma en que ustedes intentan decírnoslo", se queja el presidente.

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Botsuana ya ha regalado 8.000 elefantes a Angola y 500 a Mozambique, "así que queremos regalar 20.000 elefantes a Alemania, y no aceptaremos un no por respuesta".

Mokgweetsi Masisi asegura que ningún país del mundo hace más para proteger la fauna. El 40% de su territorio está dedicado a la conservación de las especies. Pero la superpoblación de elefantes ha hecho que "se coman los cultivos, y pisoteen a gente en las aldeas".

Es un enfrentamiento que no acabamos de entender, porque Botsuana solo dedica 400 elefantes a la caza de trofeos, así que la prohíban o no en Alemania, no solucionaría la superpoblación.

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Una solución sería enviar elefantes a otros países con menos población, como ya están haciendo. Pero no es tarea sencilla, porque resulta muy complicado y caro transportar animales tan grandes.

Es casi imposible que Botsuana pueda enviar 20.000 elefantes a Alemania, incluso aunque ambas partes quieran, precisamente por el transporte y la enorme distancia. Pero parece claro que la conservación de la fauna tiene que ser un asunto de todos, y no solo de los países en donde viven.