La industria cervecera es vasto y diverso, con una amplia gama de estilos y procesos de fabricación. Entre todas las variantes disponibles, destaca la cerveza sin filtrar, una opción que ha ganado popularidad en los últimos años y que ofrece una experiencia única para los bebedores. 

Cabe destacar que la marca que se destacó por ser la primera en fabricar cerveza sin filtrar en nuestro país fue El Águila, una centenaria empresa que fue reactivada por Heineken en 2019. Motivados por las tendencias del consumidor en busca de productos auténticos y artesanales, decidieron apostar por este método de elaboración. 

Importante destacar que este concepto no es original de esta marca, ya existía pequeñas cerveceras artesanales que fabricaban este concepto de cerveza sin filtrar, pero El Aguila fue la primera gran cervecera de consumo mayoritario en atreverse a llevarla a los supermercados y bares.

Con un diseño de botella distintivo y el uso de lúpulos Lemondrop, procedentes de Canadá, lograron crear una cerveza sin filtrar que se destacaba por su frescor y fidelidad a la receta original. Este tipo de bebida es una opción con más cuerpo, aroma y un sabor más marcado, ya que retienen aceites, proteínas y levaduras durante el proceso de elaboración. 

Cerveza filtrada y sin filtrar, ¿cuál es la diferencia? 

La cerveza sin filtrar, también conocida como cerveza natural o no filtrada, es una variedad que se caracteriza por conservar los residuos de levadura presentes en el líquido final. A diferencia de la cerveza tradicionalmente filtrada, que pasa por un proceso de filtración para eliminar estas partículas.

Para la elaboración de la cerveza sin filtrar se comienza con la malta, que se obtiene de granos de cereales como la cebada, y se mezcla con agua caliente para liberar los azúcares necesarios para la fermentación. Luego, a esta mezcla se le añade lúpulo, que proporciona el amargor y los aromas característicos de la bebida, así como la levadura. 

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Durante la fermentación, las levaduras consumen las azúcares presentes en la mezcla y producen alcohol y dióxido de carbono como subproductos. Una vez que el proceso finaliza, la cerveza se deja reposar y madurar para que los sabores se suavicen. 

Al final, la cerveza se embotella directamente después del proceso de fermentación y maduración, sin someterse a un proceso de filtración adicional. Por lo que, al abrir por primera vez, los bebedores se encontrarán con una cerveza de mayor textura, complejidad de sabor y aroma. 

Pero es importante tener en cuenta que este tipo de cerveza sin filtrar tiene una vida útil más corta que la cerveza filtrada, ya que los sedimentos en suspensión pueden favorecer la aparición de sabores no deseados o la proliferación de microorganismos. 

A continuación, te compartimos algunas diferencias entre la cerveza filtrada y sin filtrar:

• Apariencia: La cerveza filtrada presenta una apariencia clara y transparente, mientras que la cerveza sin filtrar exhibe una apariencia turbia debido a la presencia de sedimentos. 
• Textura: La filtrada tiende a tener una textura más ligera y un cuerpo más suave, mientras que la cerveza sin filtrado suele presentar un cuerpo más rico y completo. 
• Sabor y aroma: El sabor de la bebida tradicional, así como su aroma, tiende a ser más limpio y suave debido a que los sedimentos y compuestos son eliminados. Por su parte, en el proceso sin filtrar ofrece una mayor complejidad de sabor y aroma debido a la presencia de levadura en suspensión.
• Filtración: La bebida filtrada pasa por un proceso adicional de filtración para eliminar cualquier componente presente, y la bebida sin filtrar conserva los residuos de la levadura. 
• Vida útil: La cerveza filtrada se caracteriza por su mayor estabilidad, lo que facilita su conservación y transporte. En contraste, la cerveza sin filtrar puede ser menos estable debido a la presencia de sedimentos, lo cual puede acortar su tiempo de vida útil.

Calorías: por norma general, la cerveza sin filtrar tiene más calorías que su homóloga filtrada, además el alcohol está  más saturado. Por otro lado, tiene como positivo la mayor presencia de
aminoácidos y vitaminas, en variedades sin filtrar.

Algunos expertos han argumentado que la cerveza sin filtrar es simplemente una estrategia de marketing para diferenciarla de la cerveza tradicionalmente filtrada. Sin embargo, muchos amantes de la cerveza aprecian las características únicas y auténticas que ofrece la cerveza sin filtrar, como el sabor y el aroma.  

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En definitiva, la cerveza sin filtrar presenta diferencias significativas en términos de apariencia, sabor, aroma, textura y estabilidad. Su elaboración sigue los mismos pasos básicos que la cerveza de toda la vida, con la única diferencia que no se somete a un proceso de filtrado adicional. 

Esto le confiere características únicas en términos de sabor, aroma y textura, con una vida útil más corta, pero con un sabor auténtico, lleno de matices para satisfacer a los paladares de los amantes de la cerveza artesanal. 

A raíz del éxito comercial de la cerveza sin filtrar de El Aguila, otras grandes cerceras españolas se han lanzado a llevar a los supermercados sus propias versiones, la más reciente Mahou Cinco Estrellas sin filtrar.

Estas marcas se han vuelto populares en el mercado cervecero español debido a su enfoque en la cerveza sin filtrar, la cual resalta las auténticas y distintivas características de esta variedad cervecera. Y tú, ¿has probado ya la cerveza sin filtrar?, ¿qué te ha parecido?