Comer esa hamburguesa cuando estás estresado puede ser una muy mala idea para tu salud
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- Comer comidas altas en grasa en momentos de estrés no es la mejor opción para la salud.
- Una dieta equilibrada y baja en grasas en momentos de estrés mental supone una mejor circulación y una mayor capacidad de las arterias para recuperarse.
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La vida moderna nos somete a un torbellino de estrés. A menudo, buscamos consuelo en alimentos reconfortantes, que suelen ser ricos en grasas. Pero, ¿cuál es el impacto real de esta combinación en nuestra salud?
Un estudio publicado en Frontiers in Nutrition arroja luz sobre esta preocupación. No, no es buena idea comer comida basura o alta en grasa cuando nos encontramos mal o estresados.
Este estudio, realizado por un equipo de la Universidad de Birmingham, se centró en jóvenes adultos sanos. Los investigadores analizaron cómo una comida alta en grasas influía en la función endotelial después de enfrentar el estrés mental.
¿El resultado? La recuperación de la función endotelial se veía significativamente afectada tras consumir alimentos grasos. Después de comer alimentos ricos en grasa, la circulación tiene más dificultades especialmente bajo estrés. Es decir, las arterias no se recuperan tan bien como deberían después de un episodio de estrés mental.
El estrés y la grasa afectan muy negativamente a la salud
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores hicieron que los participantes consumieran dos tipos de comidas: una alta en grasas y otra baja. Luego, los sometieron a una tarea de estrés y midieron su función vascular.
Observaron que, aunque la reacción inicial al estrés era similar en ambos casos, la capacidad de las arterias para recuperarse después del estrés era peor en aquellos que habían consumido la comida alta en grasas.
Estos hallazgos son especialmente relevantes hoy en día. En nuestra sociedad, el estrés es una constante y la comida rápida, una solución fácil. Este estudio sugiere que combinar ambos podría tener consecuencias negativas para nuestra salud vascular a largo plazo.
El estudio no solo ofrece una mirada crítica sobre nuestras elecciones dietéticas durante períodos de estrés, sino que también plantea importantes cuestiones sobre cómo estas decisiones pueden afectar nuestra salud cardiovascular en el futuro.
Así, la próxima vez que estés estresado y tentado por una comida rápida y grasosa, recuerda que tu circulación vascular podría sufrir las consecuencias. Mantener un equilibrio en la dieta, incluso en momentos de estrés, es crucial para preservar nuestra salud a largo plazo.
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Descubre más sobre Raúl Barrón, autor/a de este artículo.
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