La curiosa historia de cuándo Steve Jobs perdió los estribos y se ganó el apodo de "Steve el malo"
Steve Jobs era conocido por su temperamento explosivo, que a veces lo llevaba a gritar, maldecir y lanzar objetos a las personas. Este comportamiento le valió el apodo de "Steve el malo" a raíz de un enfrentamiento con un fotógrafo.
Steve Jobs era un genio creativo que ayudó a revolucionar la industria de la tecnología. Al mismo tiempo fue un visionario que tenía una pasión por la excelencia y no tenía miedo de exigir lo mejor de sí mismo y de los demás.
Pero el cofundador de Apple también tenía una reputación de comportarse como un verdadero tirano, era conocido tanto dentro como fuera de la empresa por su mal genio y su tendencia a perder los estribos.
Además, tenía un ojo meticuloso para los detalles, y esto incluía la elección de los fotógrafos para la sesión de fotos que acompañó el lanzamiento del iMac.
Una historia contada de primera mano por el editor general de Wired, Steven Levy, nos lleva detrás de escena y nos muestra cómo Steve tenía altos estándares y no tenía piedad en expresar su descontento si algo no estaba a la altura de sus expectativas.
Steve Jobs era duro con los fotógrafos
Una de las historias más controversiales sobre el mal genio de Steve Jobs es la del día en que perdió los estribos con un fotógrafo. Antes de los preparativos para el lanzamiento del primer iMac, descubrió que uno de los fotógrafos había trabajado previamente en su compañía anterior, NeXT.
El hecho de que no estuviera satisfecho con el trabajo del fotógrafo en el pasado provocó que "explotara" de ira. Aquí es donde nació el apodo "Bad Steve" o "Steve el malo".
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Durante el incidente, las relaciones públicas de Apple tuvieron que intervenir para persuadir a Steve Jobs de continuar con la sesión de fotos. Fue entonces cuando Moshe Brakha, un fotógrafo con sede en Los Ángeles, Estados Unidos y desconocido para Jobs en ese momento, tomó el relevo.
Este episodio, que celebra el vigésimo quinto aniversario junto con el iMac, captura la esencia del gran Steve Jobs y toda su intensidad. Sus explosiones emocionales, su perfeccionismo implacable y su búsqueda incansable de la excelencia se manifestaron en momentos como este.
El apodo Bad Steve o Steve Malo se suma a la interesante narrativa que rodea a uno de los líderes tecnológicos más influyentes de la historia.
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