Japón, conocido por su espíritu innovador y resiliencia frente a los desafíos naturales, ya cuenta con diseños que plantean una asombrosa ciudad flotante. Dogen City desafiaría a los límites de la arquitectura y proporcionaría un refugio autosuficiente para aquellos que enfrentan la amenaza del aumento del nivel del mar. 

Con capacidad para albergar a 40.000 personas, una cuarta parte de ellas como residentes permanentes, Dogen City, esta proeza arquitectónica se presenta como un hábitat autosuficiente, afirma su promotor N-Ark.

Se compondría de tres elementos principales que fusionarán innovación y funcionalidad. El primero, su anillo exterior, que englobaría las áreas habitables, así como las instalaciones vitales de agua, alcantarillado y energía. 

Esta defensa estaría diseñada para resistir los embates del mar y se asemejaría al cuerpo de un barco, actuando como una defensa contra los temidos tsunamis. En su interior, estarían los edificios flotantes, que no solo añaden una estética impresionante, sino que también son móviles y crean un paisaje urbano en constante cambio y adaptación a las necesidades de sus residentes.

Pero, además, Dogen City albergaría un sorprendente centro de datos submarino y modernas instalaciones de investigación médica. Estas innovaciones no solo pretenden impulsar la tecnología en beneficio de la humanidad, sino que también ofrecerían una mayor seguridad ante los desastres naturales, permitiendo una rápida respuesta y recuperación en momentos de crisis.

Así, la visión detrás del proyecto va más allá de su diseño arquitectónico y funcionalidad. Como un tributo moderno al legendario Arca de Noé, este asentamiento flotante se presenta como un refugio para las víctimas de catástrofes naturales y los refugiados climáticos. 

Entre sus edificios, se plantean instalaciones esenciales que abarcan desde un estadio deportivo hasta parques flotantes, cementerios, lugares de oración y hoteles residenciales. 

Además, la ciudad se ha convertido en un bastión de atención médica, con servicios de salud a sus residentes a diario, garantizando su bienestar y cuidado.

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Respecto a la autosuficiencia alimentaria, en el corazón de la Ciudad Dogen se levantaría una asombrosa hazaña agrícola: el cultivo de verduras frescas utilizando agua de mar. Este método innovador y sostenible actuaría sobre las necesidades alimentarias de la comunidad.

Si bien, aún no se han revelado detalles sobre la ubicación propuesta para la ciudad o el presupuesto asignado para la realización del proyecto, los visionarios tras ella tienen la mira puesta en su finalización para el año 2030. 

No es la única ciudad flotante que se ha diseñado

Dogen City no es el primer concepto de asentamiento flotante, ya llegó Oceanix, y en febrero se desvelaron los planes de un proyecto arquitectónico anglo-italiano de una ciudad flotante ecológica, un conjunto de casas en forma de orbe que supuestamente albergarían hasta 50.000 personas en caso de que el calentamiento global provoque inundaciones masivas.

El proyecto fue ideado por un equipo internacional de arquitectos y diseñadores liderado por la firma italiana Luca Curci Architects y Tim Fu Design, con sede en el Reino Unido, quienes se unieron para diseñar este pueblo ecológico que se adapte a las demandas climáticas futuras.