Tradicionalmente, los gatos negros han sido vistos como animales relacionados con la mala suerte. Una triste reputación que incluso ha provocado en muchos lugares del mundo que sean adoptados con menos frecuencia que los felinos de otros colores. 

¿De dónde viene esta costumbre de asociarlos con brujas y malos presagios? ¿Qué otras curiosidades existen en torno a los gatos negros? Continúa leyendo para descubrirlas. 

Los gatos negros y la magia

Desde la antigüedad los gatos negros no han pasado lo que se dice desapercibidos, si bien lo curioso del asunto pasa porque no siempre han sido vistos de diferente manera. Por ejemplo, en el Antiguo Egipto estos animales generaban verdadera fascinación, alzándolos prácticamente a un estatus divino. 

Esta visión mágica positiva de los gatos negros, de hecho, se ha mantenido vigente durante mucho tiempo en algunos países. En lugares con tan pocas cosas en común entre ellos como Alemania o Escocia, los gatos negros son asociados habitualmente con la buena suerte y la prosperidad. Encontrarse con uno significa que la fortuna te va a sonreír. 

También en el amor hay supersticiones curiosidad que tienen a los gatos negros como protagonistas. En Japón, un país excéntrico también a la hora de tener mascotas, se dice que estos mininos ayudan a encontrar el amor a los solteros que adopten a uno como compañero doméstico. 

De hecho, el país del sol naciente cuenta con su propio café en el que los gatos negros son los protagonistas. Está en Himeji, y los clientes pueden acariciar y jugar con ellos. Entonces, ¿de dónde procede su habitual asociación con el demonio, las brujas y otras criaturas relacionadas con el mal? 

Como suele suceder en muchos de estos casos, el origen está en la religión. Durante la Edad Media la caza de herejes era una práctica común, y la Iglesia parecía tener un interés en fomentar todo lo que se relacionase con Satán y metiese el miedo en el cuerpo a los ciudadanos. El propio Papa Gregorio IX no tuvo reparos en asegurar que los gatos negros eran una manifestación de Satán. 

Esta creencia, que de alguna manera se ha mantenido hasta nuestros días en sitios como España, también está estrechamente relacionada con las brujas. En el Medievo se decía que las brujas podían convertirse en estas criaturas a su antojo. Y que solían estar acompañadas de ellos. 

¿Qué dice la ciencia al respecto?

Una de las explicaciones que ofrece la ciencia a las extrañas supersticiones sobre los gatos negros, tiene que ver con su pelaje. Este, está demostrado, puede cambiar de color con el paso de los años y volverse más marrón que oscuro. Su pelaje, al contrario de lo que sucede con otras razas, tiende a oxidarse si se expone prolongadamente al sol, revelando otros tonos o incluso rayas. 

Por supuesto, los gatos de pelo negro pasan mejor desapercibidos de noche, algo que ha podido motivar a la imaginación popular a la hora de presentarlos como criaturas al servicio de las tinieblas. 

Por el contrario, diversos estudios, como el llevado a cabo por la California Davis University han revelado que los gatos negros, al contrario de lo que se suele pensar, no solo no son más ariscos e independientes que los de otros colores, sino que por lo general tienden a ser más cariñosos y pacíficos en el trato con humanos. Es decir, que son recomendables como mascotas.

Como medida para intentar reducir la mala reputación de los gatos negros, hace varios años que se viene celebrando su propio día, el 27 de octubre. Pese a todo, es precisamente en Halloween cuando más popularidad alcanzan.