Halloween es una festividad que muchos relacionan con disfraces y fiestas, pero la rica historia y folclore que la envuelve es tan fascinante como un cuento de misterio. Cada año, en el corazón de esta celebración se encuentra la calabaza de Halloween, conocida también como Jack-o’-lantern o el famoso: truco o trato ¿Cuál es la historia detrás?

Cuando piensas en Halloween, ¿qué imágenes vienen a tu mente? ¿Es una calabaza con una sonrisa siniestra, niños vestidos con disfraz, esqueletos golpeando tu puerta, un cementerio envuelto en una atmósfera misteriosa o una calavera como decoración en una fiesta de Halloween en casa?

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El 31 de octubre, las calles de España y del mundo entero se llenarán de disfraces de fantasmas, brujas y monstruos pidiendo dulces al grito de ¡Truco o Trato!, pero, ¿sabías que esta tradición tiene sus raíces en la antigua Inglaterra medieval?

Halloween se ha convertido en una de las más populares a nivel mundial, toda una oportunidad para hacer planes originales, y tiene detrás una rica historia y tradiciones que se mezclan para dar origen a lo que hoy conocemos. Hoy, es mucho más que antiguas leyendas, es una de las fiestas más populares, queridas, retratadas en el cine y series a nivel mundial o en los videojuegos.

La historia detrás de la calabaza de Halloween: Jack-o’-lantern

Las raíces de Halloween nos llevan al antiguo festival celta de Samhain, celebrado hace más de 2.000 años. En este día, los celtas creían que el velo entre nuestro mundo y el de los espíritus se desvanecía, permitiendo a las almas de los fallecidos regresar. 

Para conmemorar su ausencia, encendían grandes hogueras y vestían disfraces y máscaras que evitaban que los malos espíritus se quedaran. Ahora bien, ¿por qué es su símbolo una calabaza sonriente iluminada?

El antiguo folclore irlandés cuenta la historia de Jack, un astuto y tacaño granjero que, mediante engaños, atrapó al diablo más de una vez. Al morir, Jack no encontró cabida ni en el cielo ni en el infierno. 

Errante y en busca de luz en la oscuridad, el diablo, en tono de mofa, le lanzó una brasa eterna. Jack la alojó dentro de un nabo, creando el primer farol de Jack. En Irlanda y Escocia, se consolidó así la tradición tallar nabos y colocarlos en ventanas para alejar a los espíritus malignos.

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Sin embargo, al cruzar el Atlántico y llegar a Estados Unidos, la tradición encontró una variante. En lugar de nabos, las abundantes calabazas se convirtieron en la elección preferida para continuar esta costumbre en Halloween. De hecho, el término Jack-o'-lantern originalmente se refería a un vigilante nocturno, solo más tarde asociándose a las calabazas talladas.

Ahora bien, no solo Irlanda y Estados Unidos tenían tales tradiciones. En la zona celta de España, hay vestigios de la talla de vegetales para hacer linternas, especialmente durante la fiesta de Todos los Santos. Mientras que en Italia y Francia existen prácticas similares con referencias variadas.

Como curiosidad, el récord de calabazas encendidas al mismo tiempo está en Boston 30.128 calabazas de Halloween, lo que demuestra hasta dónde ha llegado esta antigua tradición con el tiempo.

La historia detrás del Truco o Trato en Halloween: el cristianismo

Sin embargo, los orígenes del truco o trato de Halloween los encontramos en la religión cristiana. En algunas partes de Gran Bretaña e Irlanda, el día de Todos los Santos (1 de noviembre) las personas iban de puerta en puerta ofreciendo oraciones o canciones a cambio de comida. Esta práctica, conocida como Souling se basaba en rezar por las almas cristianas y seres queridos que ya no estaban entre ellos.

Con el paso de los años, la comida ofrecida durante este día se convirtió en un tipo especial de repostería llamado soul cake o pastel del alma, una especie de intermedio entre galleta y pastel. Solo en tiempos modernos esta tradición se transformó, y estas tartas dieron paso a los dulces y chocolates que conocemos hoy en Halloween.

La tradición de truco o trato tal como la conocemos, comenzó a tomar forma en América del Norte en el siglo XX. A medida que comunidades de inmigrantes, especialmente los irlandeses, se asentaron en Estados Unido. Con el tiempo, estas se fusionaron y, dando origen al juego actual: los niños van de puerta en puerta disfrazados, realizando trucos o actuaciones a cambio de dulces o pequeñas golosinas.

La práctica se convirtió en un ritual esencial de la celebración de Halloween para los niños en Estados Unidos y Canadá y la cultura estadounidense, impulsada en parte por la influencia de la televisión, películas y la publicidad, llegó a todos los rincones del mundo y con cada vez más presencia.

Sin duda, Halloween es una de las fiestas que más gustan a los niños: toda una oportunidad para dibujar, decorar, ver películas de terror y disfrazarse. Si buscas ideas para los más pequeños, las redes sociales están repletas de ideas: desde la tradicional linterna de Jack hasta los modernos disfraces inspirados en celebridades, como el famoso disfraz de Halloween de Rosalía. ¡Feliz Halloween!