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Una IA revela los secretos milenarios ocultos en el antiguo lenguaje acadio cuneiforme

Tablilla sobre el diluvio de la epopeya de Gilgamesh, escrita en acadio (Museo Británico).

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv ha conseguido entrenar un modelo de inteligencia artificial que traduce tablillas cuneiformes en lengua acadia. El avance podría ser la llave para descubrir los secretos de las primeras civilizaciones conocidas.

Aquel que todo ha visto, que ha experimentado todas las emociones, del júbilo a la desesperación, ha recibido la merced de ver dentro del gran misterio, de los lugares secretos, de los primeros días antes del Diluvio. Así comienza la epopeya de Gilgamesh, el texto literario más antiguo que conocemos, y que pronto podría perder ese estatus primigenio, gracias a la inteligencia artificial.

Cuando en 1844 un joven viajero llamado Austen Henry Layard, oyó que en los montículos de lo que hoy en día es Mosul, Irak, se escondían tesoros enterrados, no podía imaginar que encontraría la el palacio de Nínive, antigua capital asiria, y la gran biblioteca de su rey, Asurbanipal, llena de tablillas que aún no han podido ser traducidas en su totalidad.

Arqueología

No fue hasta 1857 cuando se descubrió que el idioma en aquellas tablillas era acadio, una lengua emparentada con el hebreo y el árabe escrito con cuña en la arcilla, con símbolos cuneiformes y que contaba una epopeya muy anterior a Homero o la Biblia.

La inmortalidad, el diluvio, las deidades antiguas, pero también las costumbres, la vida cotidiana, la disposición de las ciudades; aquellas tablillas que se salvaron, a diferencia del triste destino que otra sufrirían en una zona de eterno conflicto, contaron los vestigios y leyendas de la primera civilización de la humanidad: Sumeria. Hoy podríamos estar cerca de revelar más de sus secretos. 

La inteligencia artificial ha conseguido traducir el lenguaje cuneiforme con bastante precisión

Un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv ha logrado un avance significativo al desarrollar una inteligencia artificial capaz de traducir textos del acadio cuneiforme, una de las lenguas más antiguas conocidas y con más de 5.000 años de antigüedad. 

Esta tecnología revolucionaria permite desvelar los secretos de civilizaciones pasadas que hasta ahora se mantenían ocultos debido a la escasez de expertos traductores. El acadio era una lengua ampliamente utilizada en Mesopotamia y el Oriente Próximo desde el 3000 a.C. hasta el 100 d.C. 

La escritura se basaba en una técnica que consistía en marcar tablillas de arcilla húmeda con una caña afilada para crear marcas en forma de cuña. Aunque tanto el sumerio como el acadio cuneiforme son las primeras lenguas escritas descubiertas, se han encontrado muchas más muestras del segundo por su posterioridad.

Se han recuperado más de medio millón de textos acadios en tablillas distribuidas por todo el mundo, y decenas de miles de ellas ya se han digitalizado, aunque muchas, la mayoría seguían sin poderse traducir.

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Gai Gutherz, científico informático que lideró el proyecto en la Universidad de Tel Aviv, explicó que: "Traducir todas las tablillas que permanecen sin traducir podría exponernos a los primeros días de la historia, a la civilización de aquellas gentes, en qué creían, de qué hablaban, qué documentaban" en declaraciones recogidas por The Times of Israel.

El equipo de investigación, cuyos resultados se han publicado en la revista PNAS Nexus de Oxford University Press, desarrolló un traductor del acadio al latín en 2020, logrando una precisión del 97% en las traducciones. 

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Sin embargo, crear un software capaz de traducir directamente del acadio al inglés resultó mucho más complicado, ya que requería mantener el orden sintáctico y encadenar frases coherentes en inglés.

El equipo se enfrentó al desafío de contar con una cantidad limitada de textos e imágenes de tablillas para entrenar a la IA. Obtuvieron muestras de la base de datos ORACC (Open Richly Annotated Cuneiform Corpus) de la Universidad de Pensilvania. 

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El 90% de los materiales se utilizaron para el entrenamiento, mientras que el 5% se empleó para la validación y otro 5% para las pruebas. Además, la variación y los dialectos surgidos durante los 3.000 años de uso del acadio dificultaron aún más el proceso.

Gutherz señaló: "La cantidad de datos con los que se entrena es correlativa a su rendimiento y cuantos más datos se tengan, mejores serán los modelos". Aunque el desarrollo de la IA aún está en sus primeras etapas, el equipo logró resultados sorprendentes. 

Más precisión en textos legales que en los poéticos

La IA demostró mayor precisión en textos burocráticos o administrativos, como decretos reales o adivinaciones, y tuvo más dificultades con textos literarios y poéticos. Según las evaluaciones, usando el BLEU4 (Best Bilingual Evaluation Understudy 4), una herramienta de evaluación de traducciones automáticas, obtuvieron puntuaciones prometedoras de alrededor de 37 sobre 100.

Estar cerca de 37 se considera bastante bueno para un modelo de traducción en una fase inicial como esta, explica Gutherz. El investigador asegura que Google Translate, uno de los traductores más usados y que lleva más de una década de evolución, obtendría una puntuación BLEU4 de alrededor de 60 traduciendo del español al inglés.

Gutherz expresó su asombro ante los resultados, afirmando: "Lo asombroso es que no necesito entender nada de acadio para traducir y entender lo que hay detrás del cuneiforme. Me basta con emplear el algoritmo para entender y descubrir lo que el pasado tiene que decir". 

Gracias a esta innovadora tecnología, se abren nuevas puertas para explorar y comprender mejor las antiguas civilizaciones que emplearon el acadio cuneiforme como forma de comunicación, localizar nuevos enclaves dónde se podrían hallar restos arqueológicos de gran valor, y quién sabe si descubrir una epopeya aún más antigua que la Gilgamesh, rey de Uruk, la primera historia del mundo.

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