¿Vivimos en una sociedad cada vez más aparente? Está claro que la relevancia de las redes sociales, entendiéndolas en muchos casos como un gran escaparate, ha provocado que la imagen sea más determinante que nunca en muchas personas. 

La gente parece cuidar más su aspecto de lo que lo ha hecho nunca, y eso también puede tener un impacto a la hora de asumir la edad. 

De ahí que la palabra midorexia, un término nacido para expresar el miedo a envejecer, sea cada día más habitual. No solo en lo que se refiere a la apariencia, sino también en lo que podría caracterizar el carácter o la forma de ser. 

Si, como algunos dicen, la sociedad se infantiliza cada vez más, ¿hasta qué punto es importante saber si sufres miedo a envejecer? 

¿Qué es la midorexia y cómo identificarla?

Básicamente, podría decirse que la midorexia es una forma de escribir la preocupación excesiva o la obsesión por mantener una apariencia juvenil y estereotipos asociados con la juventud, incluso cuando se llega a la mediana edad o más allá. Un fenómeno que se da sobremanera hoy en día, especialmente en Europa y Estados Unidos; es decir, en Occidente. 

Pero como suele suceder en estos casos, es importante saber cuándo realmente supone un problema. A todo el mundo le gusta lucir bien, o estar a la moda. ¿Cuándo la midorexia es entonces peligrosa? En aquellos momentos cuando, como cualquier fobia u manía, llega a condicionar tu forma de vida, volviéndose un problema a todos los niveles. 

Incluso partiendo de la base de que la midorexia no es trastorno médico oficialmente reconocido, por así decirlo, sí existen algunas formas de reconocer sus síntomas. Empezando cuando se sufre realmente por presentar cualquier signo de envejecimiento, ya sea en forma de arrugas, pérdida de cabello, etcérera. Pasar horas cuidando la apariencia es una primera señal.

Por supuesto, la mejor manera de saber si el paso de la edad se convierte en un problema es cuando este produce un malestar general, incluso afectando a la salud mental, las relaciones con otras personas o incluso conlleva episodios de depresión o ansiedad. 

La midorexia y la calidad de vida

Como sucede con otras obsesiones, uno de los problemas más acusados de la midorexia llega cuando el reflejo que uno tiene de sí mismo le hace perder la perspectiva incluso de cara a los demás. Es decir, cuando la obsesión por lucir joven, en muchos casos actuando o luciendo de una manera exageradamente juvenil, parece estar completamente fuera de lugar.

Aún así, uno de los principales retos en este sentido, incluso para los especialistas, consiste en determinar dónde están los límites. ¿Hasta qué punto es natural querer lucir bien y enfrentarse a los signos del envejecimiento y cuándo esto puede afectar claramente a tu calidad de vida? 

Puede que al final todo consiste en ser razonablemente feliz y, por lo tanto, la midorexia puede manifestarse de manera alarmante siempre que provoque insatisfacción o una incapacidad de aceptarse a uno mismo (o en este caso, tu verdadera edad).