Según informes de los medios chinos, una mujer de 50 años de la provincia central china de Hunan, identificada por el apellido Liu, fue encontrada inconsciente cerca de la cima del Monte Everest por unos escaladores que recurrieron a la ayuda de un guía sherpa.

Este, en compañía de estos escaladores chinos, la encontraron inconsciente a 8.500 metros de altura a la mujer. Al encontrarse la situación arrastraron el cuerpo de la mujer unos 200 metros, pero para entonces estaban tan cansados que tuvieron que detenerse y pedir ayuda. 

El sherpa, acostumbrado a actuar en ese tipo de climas y situaciones —inicialmente reacio a ayudar— accedió a colaborar a cambio de una recompensa de 10.000 dólares. Es necesario matizar que los guías sherpa cobran una tarifa estándar de 8.000 a 10.000 dólares para ayudar a los montañeros a escalar el Everest guiándolos en climas complejos, preparando su equipo y cargando gran parte de este.

Después de acordar el precio, los 3 hombres trabajaron juntos aunque fue el sherpa quien cargó a la mujer inconsciente en su espalda. Tras conseguir salvarle la vida, esta se negó por completo a pagar la tarifa de ayuda y de rescate. "Lo que ella dijo me enfadó. Le dije: 'Ya que esa es tu actitud, no quiero un centavo de ti'. No es necesario que me des dinero’”, explica el sherpa.

Las redes sociales terminaron forzando el pago por parte de la rescatada

Teniendo en cuenta esta reacción, las redes sociales no tardaron en mostrar su descontento. El hashtag "La mujer rescatada del Everest no quiere pagar los gastos de rescate completos" se ha visto desde entonces más de 370 millones de veces en Weibo, la versión de Twitter en China.

Además, muchos usuarios comenzaron a circular fotos de la escaladora, información sobre su experiencia en montañismo y supuestos detalles sobre su trabajo diario. A esto se empezó a sumar gran cantidad de información falsa sobre ella. Lo que inició siendo una queja por su actitud se convirtió en un acoso y derribo de manual que terminó con el pago de la montañista al sherpa.

"Salvarla es nuestra elección, y expresar gratitud es la de ella. Estas son dos cosas separadas", dijo uno de los escaladores que colaboró en el rescate. "No somos ella y no entendemos lo que sintió. Mostremos tolerancia. La hemos salvado, así que esperamos que pueda seguir viviendo bien. Deberíamos detener los ataques y la humillación en línea", añade.