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Vestir siempre igual tiene ventajas, y celebridades como Bill Gates lo tienen claro

Enrique Luque de Gregorio

Vestir siempre igual tiene ventajas, y celebridades como Bill Gates lo tienen claro
  • Por mucho que la tendencia actual sea la contraria, ¿y si usar siempre los mismos modelos de ropa fuese positivo?
  • Algunas celebridades como Bill Gates o Steve Jobs no se han caracterizado precisamente por su variado fondo de armario. 

En la sociedad actual, la apariencia resulta especialmente importante. Cuidarse y lucir bien es una motivación para muchas personas (especialmente las más jóvenes), y solo hace falta echar un vistazo a la cantidad de gimnasios o de tiendas de moda que cada día irrumpen en el mercado. Sin embargo, no todo el mundo parece estar de acuerdo con eso de ir a la última. 

Es más, muchos multimillonarios, celebridades o personajes representativos han optado más bien por todo lo contrario: vestir siempre igual. 

Es el caso de gente tan conocida como Bill Gates o Steve Jobs. ¿Se trata de una estrategia de márketing o realmente esta práctica cuenta con ventajas? Y no solo para gurús tecnológicos, claro, sino para el común de los mortales. 

Ventajas de vestir siempre igual

La lección de Steve Jobs y Bill Gates: cómo la colaboración puede superar la competencia

Por regla general, es habitual que la gente compre un modelo de cada prenda que decide estrenar. Si te gusta mucho, quizá dos, uno de cada color. Pero no lo que no es tan corriente es que vayas a una tienda y cojas, cinco camisetas, camisas o vaqueros iguales. Se supone que la tendencia es totalmente la contraria: consumir mucha ropa, y muy distinta entre sí. 

¿Pero y si, en realidad, esto fuese un error? Sería absurdo que por el hecho de que algunas personas que podrían considerarse exitosas (al menos según los clichés del mundo moderno) coincidan en una costumbre, esta debiese considerarse acertada. No obstante, ¿qué hay de interesante en la misma? Tal vez vestir siempre igual no solo no resulte una excentricidad, sino más bien al contrario. 

La ventaja más obvia de vestir siempre igual es el ahorro de tiempo que eso supone. Da igual las prendas que tengas limpias en el armario: no es necesario perder ni un segundo en decidirte por lo que te vas a poner, y mucho menos por combinar nada. Esto, además, puede ayudar a sobrellevar mejor el estrés del día a día, al hacerte sentir que tienes más control sobre las cosas.

Por otro lado, si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Siempre existe un jersey, unos pantalones o un abrigo con el que te ves especialmente bien, se adapta a ti como un guante. Entonces, ¿por qué no reincidir en él en lugar de elegir otros artículos que no te sienten igual? Además, vestir siempre igual proporciona un estilo propio. Y si no, que se lo digan a Steve Jobs o Bill Gates.  

¿Es una buena idea vestir siempre igual?

Vestir siempre igual tiene ventajas, y celebridades como Bill Gates lo tienen claro

A todas las ventajas de vestir siempre igual que hemos visto, hay que sumarle también algo fundamental: el ahorro a medio o largo plazo. Si siempre vistes igual, seguramente compres solo la ropa que necesites, sin caer en caprichos

Sin embargo, no todo es bueno. Por ejemplo, esta práctica puede limitar tu capacidad para adaptarte a diferentes ambientes, laborales o personales.

Por no hablar de que también puede aumentar la sensación de monotonía de tu rutina. E incluso socialmente, puede que haya gente que lo vea como una demostración de dejadez o incluso de falta de higiene (confundiendo no cambiar de modelos con no mudarse de ropa). Al final, como es lógico, cada persona tiene la última palabra. 

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