La movilidad eléctrica se plantea como uno de los cambios más drásticos a futuro, haciendo que sea necesario contar con una infraestructura que abarque desde la fabricación de las baterías para los coches eléctricos hasta concesionarios en los que se distribuyan los mismos. España acaba de recibir el impulso necesario para hacer de esto una realidad.

La segunda convocatoria de las ayudas para la automoción con especial hincapié en los coches eléctricos acaba de se concedida por la Comisión Europea. Estas ayudas pretenden hacer que se desarrolle dentro de los países de la Unión Europea diferentes propuestas con las que impulsar la movilidad eléctrica, siendo España una de las beneficiadas.

España contará con diferentes cuantías monetarias con las que impulsar el desarrollo del coche eléctrico y conectado lo que se conoce como PERTE VEC o Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica del Vehículo Eléctrico y Conectado. Estas ayudas beneficiarían a España en diferentes ámbitos como el desarrollo tecnológico.

Esto no es todo ya que también favorecerían a que las diferentes empresas fabricantes de, por ejemplo, baterías eléctricas se decanten por España como núcleo en el que fabricar sus baterías. El total de la cuantía de las ayudas será de 1.475 millones de euros que está dividida en dos vertientes, siendo de 837 millones de euros la destinada a la fabricación de baterías eléctricas.

837 millones de euros para la fabricación de baterías para coches eléctricos en España

Aparte de los 837 millones de euros, se dotarán diferentes ayudas a proyectos individuales que tengan impacto o relevancia en la cadena de los vehículos eléctricos y conectados. Las cuantías variarán dependiendo de los proyectos que se presenten, pudiendo ser de entre 100 y 300 millones.

La Comisión Europea además quiere flexibilizar el acceso a estas ayudas, haciendo que el proceso sea mucho más rápido y fácil de acceder. Lo que se pretende es que la adjudicación no conste con procesos burocráticos que alarguen su puesta en marcha, teniendo prioridad los proyectos que busquen la construcción de plantas de baterías en zonas de poco desarrollo industrial.

Todavía no se conoce ninguna empresa que vaya asentarse en España para la producción de baterías para coches eléctricos, pero se espera que proyectos como el de Stellantis que quiere conseguir baterías LFP con las que abaratar el precio de los coches eléctricos vean a España como un lugar donde asentarse y desarrollar el proyecto.