Es probable que en el futuro cercano, al caminar por un concesionario de automóviles o al ver un coche eléctrico que pasa por la calle, notes algo peculiar: le faltará la luna trasera. Veamos de cerca esta tendencia emergente y qué significa para el diseño de vehículos.

El mundo de los vehículos está experimentando una transformación radical, impulsada en gran medida por la transición hacia los coches eléctricos. Estos cambios no se limitan solo a la mecánica, sino que afectan directamente al diseño exterior de los coches.

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Nahum Escobedo, el jefe de diseño exterior de Polestar, una de las marcas líderes en el ámbito de los vehículos eléctricos, proporcionó recientemente algunas pistas sobre esta transformación. Durante su visita a Sydney para presentar el prototipo del Polestar 4 reflexionó sobre este asunto.

Allí, subrayó, como recoge el Canberra Times que la electrificación está dando a los diseñadores un "muy creativo outlet". En sus palabras: "La electrificación, te permite jugar con todos estos elementos. Podemos experimentar y crear ideas que antes no podíamos realizar."

"En el Polestar 4 no tendrás ventana trasera, pero el sistema de cámara que tenemos está muy bien integrado, así que pensamos que era bueno deshacernos de ella", afirma Escobedo.

¿La razón? Reducir el peso del vehículo y, por ende, aumentar su autonomía. Además, argumenta que apenas se mira atrás cuando la cámara y los sensores son tan útiles y han avanzado tanto, haciendo referencia a la eficiencia de los sistemas de cámaras integradas en los vehículos modernos, cada vez más presentes.

No es la primera parte que desaparece en los coches

Esta decisión puede parecer audaz, pero no es tan descabellada si consideramos la evolución de la tecnología automovilística. Los coches eléctricos ya han empezado a deshacerse de ciertos componentes tradicionales, como el radiador frontal, debido a que no tienen motor de combustión que requiera refrigeración.

Este respecto, el propio jefe de diseño de Polestar indica: "Espero que en el futuro veamos más vehículos eléctricos más pequeños, livianos y aerodinámicos que sean más eficientes en lugar de simplemente agregar una batería de gran tamaño".

El futuro se avecina, y con él, el rediseño de conceptos que creíamos inamovibles. Tal vez, dentro de poco, recordemos con nostalgia el acto de mirar por la luna trasera del coche, pero también es probable que celebremos las innovaciones que hacen nuestros viajes más eficientes y seguros.