Ya está pidiendo un móvil: ¿Cómo lidian los padres con el primer smartphone de sus hijos? Esta es la opinión de una psicóloga
Getty
- Cuando los hijos comienzan a hacerse "mayores" llega ese temido momento para los padres: quiere un móvil. ¿Qué se debería hacer? Una psicóloga responde.
- "Existe un punto medio en el que un niño puede sentirse integrado en un entorno conectado y, al mismo tiempo, protegido de los problemas digitales. Lograr este equilibrio implica tanto el tipo de dispositivo y su configuración como la educación y supervisión parental".
- Internet y los peligros para tu salud: di adiós al Doctor Google.
La llegada del primer smartphone a la vida de un niño marca un momento clave en su crecimiento y desarrollo. En una actualidad, donde la conectividad y la tecnología son omnipresentes, los padres se enfrentan a grandes problemas que muchos comentan al decidir cuándo y cómo introducir a sus hijos en el mundo de los móviles.
La respuesta a estas preguntas varía según factores como la madurez del niño, la necesidad de comunicación, y la capacidad de los padres para establecer límites y supervisar el uso del dispositivo.
Algunos padres optan por introducir móviles a una edad temprana para facilitar la comunicación con ellos, mientras que otros eligen retrasar este paso hasta que consideran que sus hijos son lo suficientemente maduros para manejar las responsabilidades y peligros asociados.
Precisamente, la seguridad de dónde se acaban metiendo, a qué redes sociales se han registrado o con quién hablan es una preocupación principal para los padres, y la protección de los niños contra amenazas o acoso es una prioridad.
"Actualmente, en nuestro país no existe una norma estatal que marque una edad específica para que un niño tenga su primer smartphone. Sin embargo, bajo mi punto de vista hasta los 15-16 años aproximadamente, un niño no dispondrá del desarrollo madurativo suficiente para hacer un uso adecuado de un smartphone", explica en una entrevista para Computer Hoy Andrea Vizcaíno Cuenca, psicóloga y CEO de Policlínica Maio.
El gran dilema de los padres: ¿Móviles sí o no cuando aún son pequeños?
Uno de los grandes problemas con los que se pueden también encontrar los padres, aparte de los temas de seguridad, es esa privación que pueden estar generando al pequeño cuando ve que toda su clase ya tiene un móvil.
La ausencia de este puede resultar en una limitada participación en conversaciones o quedadas que a menudo se organizan a través de WhatsApp, por ejemplo. Los niños y niñas pueden sentirse excluidos de ciertos círculos sociales o momentos importantes que dependen en gran medida de la comunicación por estas vías.
"En la actualidad tener un smartphone ya pasa a ser como un símbolo de estatus y pertenencia. Los niños pueden sentir que necesitan un smartphone para encajar con sus compañeros y ser parte del grupo social.Mucha de la vida social de los niños y adolescentes ocurre en línea a través de redes sociales. No tener un smartphone puede hacer que se sientan desconectados de sus amigos y de las actividades sociales", comenta la experta.
Además, es innegable que el móvil también es una herramienta esencial en situaciones de emergencia para llamar una ambulancia, policía o incluso a sus propios padres, lo que seguramente tenga a estos mismos entre la espada y la pared.
Parece que la solución está en el equilibrio
La respuesta entonces a cuándo se debería decir que sí, parece realmente compleja. Desde luego, es crucial encontrar un equilibrio entre dar a los niños acceso a la tecnología y garantizar su seguridad y bienestar.
Antes de entregar un móvil a un niño, es esencial establecer reglas claras y límites sobre el uso del dispositivo. Además, la mayoría de los móviles y sistemas operativos ofrecen funciones de control parental que permiten a los padres monitorear y limitar ciertos aspectos del uso del móvil por parte de sus hijos.
Estos controles pueden incluir restricciones de contenido, límites de tiempo de pantalla y la capacidad de supervisar lo que hacen en Internet. Configurar y utilizar estas funciones puede ser una herramienta muy útil para proteger a los niños de contenido inapropiado y garantizar un uso seguro.
Por supuesto, los padres deben educar a sus hijos sobre la importancia de la seguridad online. Esto incluye enseñarles sobre la privacidad, reconocer amenazas y la importancia de no compartir información personal con desconocidos.
"Deben ser conscientes de su propio uso de la tecnología. Los niños aprenden y emulan los comportamientos de sus padres, por lo que un uso equilibrado y consciente del smartphone por parte de los adultos establece un buen ejemplo", añade la experta.
Es fundamental que estos supervisen de cerca a sus hijos, especialmente cuando son más pequeños. Esto implica revisar las aplicaciones descargadas, los sitios web visitados y las interacciones en plataformas de redes sociales.
Andrea Vizcaíno además comenta que "es recomendable que se promuevan actividades que no involucren dispositivos electrónicos para equilibrar el tiempo de pantalla. Pasar tiempo en familia sin la distracción de los dispositivos y la necesidad de descansar adecuadamente sin la interferencia de pantallas, especialmente antes de dormir".
La comunicación abierta entre padres e hijos es clave. Los padres deben estar dispuestos a discutir cualquier inquietud, pregunta o situación que surja en relación con el uso del móvil. Establecer una relación de confianza permite a los niños sentirse seguros al compartir algún episodio negativo y buscar ayuda cuando sea necesario.
"Encontrar este equilibrio requiere un enfoque adaptativo y sensible a las necesidades y madurez del niño, y puede variar considerablemente de una familia a otra. La clave está en una supervisión efectiva, educación continua y un diálogo abierto", finaliza.
Redactora de Tecnología
Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.
Otros artículos interesantes:
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.