Hace ya bastantes años, se cuestionaba el futuro de la fotografía profesional ante la llegada de la fotografía digital. El escepticismo desapareció por completo cuando los móviles se apoderaron del mundo, llevando la fotografía a todos. 

Esta revolución no solo consolidó la fotografía digital, sino que también dio paso a un nuevo capítulo: la fotografía computacional. La limitación física de los dispositivos, especialmente de los smartphones, provocó la búsqueda de nuevas soluciones. 

Frente a barreras insuperables en términos de hardware, la respuesta se encontró en el software. Potentes microprocesadores, capaces de realizar cálculos en milisegundos, se convirtieron en el motor de esta tecnología.

Estos procesadores analizan la orientación de la cámara, la luz, la distancia al sujeto y más, combinando múltiples imágenes para crear una composición final a otro nivel, pero hay que ir por partes: ¿Qué es realmente la fotografía computacional?, ¿cómo funciona y cuáles son sus ventajas?

• ¿Qué es la fotografía computacional?
• ¿Cómo funciona todo este proceso instantáneo y transparente para el ojo humano?
• Estos son los grandes usos de la fotografía computacional

¿Qué es la fotografía computacional?

La fotografía computacional se refiere a cómo la tecnología, especialmente el software, se utiliza para mejorar y transformar las imágenes que capturas en smartphones.

La esencia de la fotografía computacional reside en su capacidad para mejorar las fotos a través del software, y su impacto es más que claro en la evolución de las cámaras de los smartphones. Ha dado pie a grandes mejoras, incluso sin grandes cambios en los sensores físicos de la cámara. 

Imagina que tu smartphone es una cámara. Aquí es donde comienza la magia de la fotografía computacional. Las cámaras tienen limitaciones físicas debido al tamaño de los sensores y las lentes. 

Pero, en lugar de depender solo de estos componentes físicos, la fotografía computacional aprovecha la potencia de los microprocesadores para realizar cálculos avanzados. 

Tu móvil/cámara hace muy buenas fotos...

Un ejemplo práctico es el apilamiento. En lugar de tomar una sola foto, la cámara captura varias imágenes con pequeñas diferencias. Luego, mediante el software, estas imágenes se combinan para crear una única foto que tiene lo mejor de cada una. Lo mismo ocurre con la técnica HDR, que fusiona diferentes exposiciones para obtener colores más vibrantes y detalles más nítidos.

Lo sorprendente es que, aunque todo esto implica una complejidad técnica, para el usuario final, es transparente. No es necesario entender los detalles técnicos para disfrutar de fotos de alta calidad.

Además, a menudo implica el uso de redes neuronales, algoritmos que imitan la forma en que el cerebro humano procesa la información. Esto permite que el software tome decisiones inteligentes sobre la configuración de la cámara, mejorando la calidad de la imagen sin que el usuario tenga que preocuparse por ajustes complicados.

¿Cómo funciona todo este proceso instantáneo y transparente para el ojo humano?

Entender cómo funciona la fotografía computacional te lleva a tener que entender la sinergia entre el hardware y el software, donde la tecnología trabaja en armonía.

1. Captura de imágenes

Todo comienza con la captura de imágenes. El sensor de la cámara, presente en los móviles, recoge la luz que llega a través de la lente. Aquí es donde comienza la primera diferencia clave con la fotografía tradicional.

2. 'Software' y procesamiento de imágenes

Una vez que la luz es capturada, entra en juego el software. Potentes microprocesadores realizan cálculos sofisticados para analizar no solo la luz y los colores, sino también aspectos como la orientación de la cámara, la distancia al sujeto y otros detalles.

3. Técnicas de procesamiento

1. Apilamiento (Stacking): se capturan varias fotos ligeramente diferentes y se combinan para conservar los mejores detalles de cada una.
2. Fusión de Píxeles (Pixel Binning): en lugar de apilar fotos, se combinan píxeles adyacentes para obtener una imagen más detallada y con menos ruido.
3. Redes Neuronales: algoritmos que simulan el procesamiento del cerebro humano para reconocer patrones y mejorar automáticamente la calidad de la imagen.

4. Mejora de la experiencia del usuario

La fotografía computacional no solo se trata de mejorar la calidad de la imagen, sino también de hacer la experiencia más accesible. Los usuarios pueden disfrutar de funciones como el enfoque automático, el reconocimiento de escenas y modos especiales —como retrato o nocturno— sin necesidad de conocimientos técnicos.

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Estos son los grandes usos de la fotografía computacional

• Fotografía nocturna: gracias al apilamiento de imágenes HDR, los smartphones pueden realizar múltiples exposiciones en entornos con poca luz, logrando imágenes nítidas y de alta calidad. Esta técnica revolucionaria permite capturar grandes sorprendentes en condiciones de poca iluminación.
• Astrofotografía: algunos modelos, como los Google Pixel, ofrecen un modo de astrofotografía excepcional. Tomando 16 exposiciones de 15 segundos, el móvil aprovecha la exposición prolongada para capturar la máxima cantidad de luz. Luego, mediante la combinación de estas imágenes y la eliminación automática, se crea una impresionante representación del cielo nocturno.
• Modo retrato: la simulación de la profundidad de campo en los smartphones permite la captura de increíbles retratos, incluso selfies. Esta función no solo realza la apariencia del sujeto, sino que también puede aislar objetos en la escena, creando un efecto de desenfoque de fondo.
• Modos panorámicos: siguiendo la tendencia del HDR, los móviles incorporan modos panorámicos que combinan varias imágenes para crear fotografías expansivas.

A medida que la fotografía computacional evoluciona, las cámaras más pequeñas, presentes en móviles, drones y cámaras de acción, irán viendo grandes mejoras. 

La capacidad de simular increíbles efectos de cámaras más grandes y costosas se vuelve atractiva para un público más amplio. Sin embargo, la automatización de estos procesos, aunque beneficia a los aficionados, puede generar bastante resquemor entre los fotógrafos profesionales y no es para menos.