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Lo que más me ha gustado del Google Pixel 8a es que siga siendo pequeño

Google Pixel 8a me ha recordado que sigue habiendo móviles con pantallas pequeñas (6,1 pulgadas) y por qué es importante que las marcas los sigan fabricando.

Google Pixel 8a

Computer Hoy

Foto del redactor Roberto CorralesFoto del redactor Roberto Corrales

Redactor de Tecnología y Telecomunicaciones

¿Dónde están los móviles pequeños? Seguro que tu también tienes un amigo o amiga que ha dicho esto alguna vez, alarmada por la dificultad de encontrar un repuesto para su viejo móvil compacto que ya se le está quedando antiguo.

Recientemente he probado el Google Pixel 8a, el último terminal de gama media de la marca estadounidense, y debo reconocer que me ha recordado que los móviles compactos, aunque pocos, siguen existiendo y que esto siempre debería seguir siendo así.

Por si aún no resulta evidente, permíteme un disclaimer: yo no soy esa persona que añora los móviles pequeños. 

Desde que me acostumbré hace 5 o 6 años a las pantallas de 6,7 pulgadas o más, no estoy dispuesto a volver atrás porque me resulta mucho más cómodo al tener más espacio, y además el tamaño extra no me molesta ni en el transporte ni en el uso. Y de esto me di cuenta con el tiempo, aunque también tuviera mis reservas, porque con el tiempo te acostumbras a (casi) todo.

Pero entiendo la problemática de quienes se quejan de que los móviles actuales no caben en los bolsillos de algunos pantalones, sobre todo los de mujer (esto sería algo quizá que recriminarle al sector textil, pero es otra historia), y también quienes no se sienten cómodos al manejarlos con una mano.

Al probar el Google Pixel 8a me he dado cuenta de que estas pantallas pequeñas no deben desaparecer por un motivo: que la tecnología está para facilitar la vida de las personas y que la variedad es un activo valioso frente a la estandarización. 

Google Pixel 8a

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Esta estandarización es un hecho evidente, pero deja que le ponga cifras: en 2020 solo el 10% de los móviles que se vendían tenían pantallas de más de 6,5 pulgadas, pero a mediados del año pasado esta cifra superó la mitad del total, gracias a que se han generalizado no solo en la gama alta sino también en la media y baja.

Con sus 6,1 pulgadas, el Pixel 8a puede manejarse perfectamente con una mano incluso si no tienes los dedos demasiado largos, como me sucede a mí. No tener que sujetar el móvil con el meñique para que no se caiga o poder alcanzar fácilmente la parte superior izquierda con el pulgar no siendo diestro son avances agradables.

Quizá te parezca que no hay tanta diferencia con respecto a un móvil de 6,7 pulgadas o más, pero si es así te recomiendo que leas este artículo que explica por qué dar los tamaños de pantalla en pulgadas en diagonal puede ser confuso y que esta diferencia se traduce en un 20% más de superficie.

Google Pixel 8a (izquierda) junto al Pixel 8 Pro (derecha).
Google Pixel 8a (izquierda) junto al Pixel 8 Pro (derecha).

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Además de Google, hay algún que otro fabricante que sigue teniendo en cuenta a la parte de los usuarios que siguen pidiendo móviles más pequeños, aunque casi todos los terminales compactos son de gamas altas.

Apple, aunque retiró el modelo mini con el iPhone 14, sigue haciendo el iPhone 15 y iPhone 15 Pro con pantalla relativamente compactas de 6,1 pulgadas. Otro ejemplo es el Samsung Galaxy S24 estándar, con sus 6,2 pulgadas.

Me gusta también que la del Google Pixel 8a no sea una pantalla con la que debas sacrificar calidad en favor de un panel más pequeño, gracias al uso de OLED como material, 120 hercios de refresco (al fin) o un brillo máximo notable para ser un gama media (2.000 nits).

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