La freidora es uno de los electrodomésticos que más presente ha estado en nuestras cocinas. No obstante, los tiempos han cambiado y en la actualidad nos preocupamos más por nuestra salud y alimentación. 

Aquí es donde esta la nueva versión, las freidoras de aire o sin aceite, que han sido el artículo de cocina más vendido en 2021 y así está continuando este año, prueba de ello son las ofertas, algunas todavía vigentes, del reciente Prime Day de Amazon 20222.

Ya nos adentramos en las grandes diferencias entre la freidora de aire y el horno de aire y cómo basándose en un sistema de funcionamiento similar para el cocinado de alimentos, la freidora resulta más barata a la hora de consumir electricidad.

La popularidad de esta es innegable, lo que no es una sorpresa teniendo en cuenta que la gente es cada vez más consciente de las cosas que come y quiere evitar ciertos excesos.

Recientemente también os explicamos algunos fallos que puedes llegar a cometer si eres novato con este nuevo electrodoméstico, pero en este artículo venimos a explicarte los grandes beneficios y algún que otro inconveniente, a la hora de cocinar con la freidora de aire.

Te ayudan a ahorrar energía

Esto es algo en lo que ya nos hemos adentrado y comprobado con respecto al horno de aire, su gran competidor. Y es que un chef cocinó la misma comida, alitas de coliflor veganas, a la misma hora (12.30 h) en el transcurso de dos días.

La receta original en la freidora de aire requería 30 minutos de horno, así que redujo ese tiempo a la mitad y puso la freidora de aire a 200 grados durante 15 minutos. El gráfico del contador reveló que el coste había sido de sólo 20 céntimos. 

Al día siguiente repitieron el proceso con el horno. Lo pusieron a 200 grados, la misma temperatura que con la freidora de aire. Tardaron 11 minutos en calentar el horno y luego cocinaron las alitas de coliflor en una bandeja durante otros 30 minutos. El coste fue de unos asombrosos 40 céntimos, más del doble.

Hablamos de un 50 % más caro, que viendo la situación inflacionista que vivimos actualmente, es bastante la diferencia.

Puedes llegar a contaminarte

Suena un poco catastrofista, pero ciertamente es así. El gran problema es que muchas veces ignoramos las instrucciones que nos aparecen a la hora de cocinar en la freidora de aire en ciertos alimentos.

Todo esto puede derivar en una mala descongelación o no eliminar al 100 % las bacterias presentes en algunos tipos de alimentos. Journal of Food Protection hizo un estudio en 2019 sobre este aspecto y demostró que efectivamente los niveles de salmonela en tiras de pollo empanadas congeladas eran peligrosamente mayores tanto en este electrodoméstico como en el horno de aire.

Menos grasas y calorías

Dentro de las ventajas de las freidoras sin aceite, la mayor de todas es que nos permite consumir los alimentos fritos de forma saludable y sin aceite, garantizando todo el sabor y textura que puede aportarnos una freidora convencional. Posee un diseño más elegante, no mancha ni salpica y su limpieza es muy sencilla.

Cada marca te ofrecerá unos datos calóricos diferentes, es cierto, pero también lo es que el consumo de grasas siempre va a ser menor. Todo esto repercute en nuestro nivel de vida y así evitamos sufrir obesidad o problemas cardiovasculares, el primer motivo de muerte prematura a nivel mundial.

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Ciertos alimentos pueden generar más colesterol

Cuidado con este punto porque sí, es beneficioso este electrodoméstico para nuestra salud general, pero ojo con algunos matices. El pescado cocinado a altas temperaturas puede producir lo que se conoce como oxidación del colesterol (COP).

Los productos que en sí tienen colesterol, al someterlos a una muy alta temperatura se oxida ocasionando enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras enfermedades. Matizan esto con el pescado porque es el alimento con el que han podido demostrar este aspecto.

Conseguimos conservar los nutrientes de los alimentos

Vayamos con un punto muy a favor y es que gracias a la freidora de aire conseguimos que todas las grandes propiedades de algunos alimentos se conserven al 100 % al cocinarlos. 

En concreto, hablamos de las verduras que se cocinan aquí y de las vitaminas C, E y los polifenoles (micronutrientes que se encuentran de forma natural en las plantas) que conseguimos mantener. Conseguiremos no solo más nutrientes si no una gran textura crujiente y sabor. 

Estos resultados se atribuyen a la disminución del uso de aceites y al menor riesgo de oxidación de las grasas en estos alimentos (ya hemos visto que en otros puede ser perjudicial dependiendo de las temperaturas).