Seguramente alguna vez has comprado en alguna tienda y te han solicitado el código postal en el momento de pagar la compra. Es una práctica muy habitual en tiendas grandes como IKEA o Decathlon.

También es probable que a continuación te hayas preguntado para qué utilizan las tiendas nuestro código postal. Sin duda es una pregunta un tanto peculiar y que no parece relevante para la compra de una estantería Billy y una de esas tazas con una extraña muesca en su base. 

Hay muchos establecimientos que solicitan la dirección de correo electrónico, que a todas luces parece una información mucho más útil para intentar convertirnos en cliente recurrente mediante el envío de descuentos y ofertas por email. Pero, ¿qué utilidad tiene el código postal para una tienda?

Como leemos en mentalfloss, podríamos pensar que si pagamos con tarjeta de crédito el código postal serviría para ampliar la información que ya tiene el establecimiento sobre nosotros al emplear este método de pago. 

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Nuestro nombre en la tarjeta más el código postal podrían emplearse para tirar del hilo y llegar completar el resto de nuestra información personal: dirección física, correo electrónico o número de teléfono, una práctica que vulneraría la ley de protección de datos y que no tiene mucho sentido para estas grandes cadenas.

La realidad es que el motivo por el que estás grandes superficies se interesan por nuestro código postal no es más que una estrategia comercial para conocer la procedencia de los compradores.

De esta forma el establecimiento puede cruzar las ventas con las ubicaciones, dando como resultados interesantes conclusiones, como qué productos se venden más en un área determinada. 

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Esto más allá del valor de los datos para el establecimiento, puede ser beneficioso para los clientes, que podría asegurarse stock permanente de un producto con muchas ventas en la zona, o una mayor selección de productos de una determinada temática. 

Si pese a todo, si no te fías de dar esta información es mejor negarse a hacerlo que indicar un código postal al azar. 

Con la primera opción, nadie te podrá decir nada, ya que estás en tu derecho de no facilitar este dato al no ser relevante para la compra, sin embargo, si te inventas el código postal estás alterando el valor comercial de este dato para el establecimiento.