Una madre deja su móvil desbloqueado, y su hijo de 2 años encarga 31 hamburguesas al McDonald's con el 25% de propina

Kelsey Golden es una madre de tres hijos que vive en Texas (Estados Unidos), y trabaja en una escuela preparando los anuarios y otro material de promoción de la entidad.

Según cuenta la cadena CNN, hace unos días dejó su móvil en la mesa mientras trabajaba desde casa, y sin que se diera cuenta lo cogió su hijo Barret, de solo 2 años, antes de que el móvil apagase la pantalla y activase el bloqueo.

A Barret le gusta usar la cámara del móvil porque "le apasiona jugar con su reflejo", según explica su madre en su entrevista en la CNN. Pero ese día, Barret tenía ansia de hamburguesas...

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Kelsey se dió cuenta de que su hijo había cogido el móvil y estaba deslizando el dedo por la pantalla y tocando iconos, así que se lo quitó.

A los pocos minutos recibió un mensaje de DoorDash, un servicio de entrega de comida a domicilio que recoge pedidos en franquicias como McDonald's, indicando que "su pedido tardaría un poco más de lo normal".

Kelsey se extrañó porque aunque pide comida a DoorDash a menudo, que sus dos hijos mayores llevan al colegio para almorzar, ese día no lo había hecho. Llamó a su profesora, y le confirmó que sus hijos no habían pedido a DoorDash, estaban comiendo su almuerzo casero.

A lo pocos minutos, un repartidor con una enorme bolsa de McDonald's llamó a su casa, y le entregó 31 Cheeseburgers (hamburguesas con queso). Al principio Kelsey pensó que era un pedido equivocado, pero cuando el repartidor le mostró los datos y comprobó que el pedido se había hecho a la misma hora que su hijo de dos años había cogido el móvil, todo encajó.

Puesto que el pedido era culpa suya se quedó con las 31 hamburguesas, con una factura por valor de 91,70 dólares. Su hijo Barret había dejado un 25% de propina...

¿Cómo puede un niño de dos años hacer un pedido de 31 burgers a DoorDash y encima dejar propina? Todo se debe al puro azar. Barret es demasiado pequeño para saber leer o usar una app: tocó la pantalla al azar, y la casualidad quiso que completase un pedido con propina y todo.

Ironías de la vida, a ningún mienbro de la familia de Barret le gustan las Cheeseburgers, así que Kelsey puso un "anuncio" en su muro de Facebook, indicando que regalaba 31 hamburguesas.

Una mujer embarazada se llevó seis, y el resto las repartió entre los vecinos. Como era de esperar la historia se ha hecho viral. Los propios empleados de McDonald's la invitaron para que el niño se hiciese fotos con la mascota del local, y con los propios empleados.

A pesar de que la broma le costó casi 100 dólares, Kelsey se conforma con que "la historia difunda un poco de humor en un mundo triste y oscuro". Y hay que reconocer que lo ha conseguido...