BMW ya cobra por tener el trasero caliente: llega la pesadilla de las microtransacciones
BMW
Las compañías con vertiente tecnológica, es decir, prácticamente la totalidad de las empresas hoy día, se dieron cuenta hace tiempo que el dinero estaba en las suscripciones, y no en la venta de productos. Microsoft y su Office 365 es buen ejemplo de ello, pero el único.
Muchas veces traemos noticias de que una empresa de coches, llamémosla Tesla, ha tenido que llamar a revisión a unos 500.000 coches por problemas con el software. Pero también podemos decir que esa empresa se llama Toyota y el error son ruedas que salen volando.
El mundo del automovilismo está cambiando, como todos, y esto se debe a que ahora tenemos un mayor control sobre los productos y un mejor seguimiento. Si algo sale mal lo sabemos (por suerte), y si algo queremos cobrarlo como servicio también podemos (por desgracia).
¿Que a qué nos referimos? Vamos a verlo. BMW está vendiendo suscripciones para sus asientos calefactados en varios países. Es decir, que los clientes de BMW que pagaron por tener ese extra ahora deben pagar una suscripción para poder usarlo. ¿Recordáis el lío con Polar? Pues igual.
Esta suscripción mensual para calentar los asientos delanteros de tu BMW cuesta, aproximadamente, 18 dólares, con opciones de suscribirse durante un año a 180 dólares, tres años a 300 dólares, o pagar por un acceso "ilimitado" por 415 dólares.
No está claro exactamente cuando BMW comenzó a ofrecer esta característica como una suscripción, o en qué países, pero ya se ha informado que hay varios puntos de venta que lo están ofreciendo de esta forma.
Los asientos calefactables bajo suscripción están ahora disponibles en las tiendas digitales de BMW de: Reino Unido, Alemania, Nueva Zelanda y Sudáfrica.
The Verge ha preguntado a BMW por los detalles exactos de este despliegue, a lo que BMW no ha querido responder con mucha transparencia: ni cuándo se han lanzado las suscripciones, ni en qué países.
Sin embargo, no es de extrañar que BMW no esté anunciando la noticia. Desde que la compañía anunció en 2020 que el sistema operativo de sus coches permitiría microtransacciones en funciones como las luces altas automáticas y el control de crucero adaptativo, los clientes están furiosos.
Esto presenta un terrible precedente, ya que en el caso de los asientos calefactados, por ejemplo, los propietarios de BMW ya han pagado por el hardware necesario, en forma de extra (bien caro, además) y por eso la marca, simplemente, ha puesto un bloqueo vía software.
El futuro del automovilismo puede ser terrorífico si no entran los gobiernos a regular estas prácticas abusivas. Por suerte, la Unión Europea suele ser muy estricta con estas medidas, por lo que es posible que ya haya algún borrado preparado en algún despacho de Bruselas.
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Descubre más sobre Chema Carvajal, autor/a de este artículo.
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