No son tiempos fáciles para los trabajadores de Tesla, que recientemente se han visto envueltos en unas normativas poco agradables y poco adaptadas tanto al trabajo en el año 2022, como a la situación pandémica en la que nos encontramos.

Y es que desde hace varias semanas, Elon Musk, dueño de la compañía, amenazó con despedir a aquellos trabajadores que no trabajasen en la oficina en jornada de 40 horas semanales, y vaya si ha sido así, que Tesla está monitoreando a los trabajadores.

Gracias a la publicación de uno de los trabajadores en la red social Blind, hemos podido observar como este ha recibido un correo automatizado de la compañía advirtiéndole de no estar cumpliendo los cambios recientes.

En este mismo correo se puede observar como alertan al trabajador de no haber usado su identificación en al menos 16 días de los 30 que debía, recordándole a su vez que todos los empleados deberían volver a la oficina a tiempo completo.

Otro empleado también ha querido usar esta red social para sacar en contexto lo que está sucediendo, alegando que no entiende las razones por las que Tesla ha decidido hacer esto, y que va a conseguir una fuga de talento importante en la compañía.

Es cierto que en algunos puestos de trabajo, y más tras haberse estabilizado todo con respecto al Covid-19 podría tener su sentido, pero para el resto es casi un intento de suicidio. Y no son los primeros en quejarse.

Ya antes de la pandemia Tesla era bastante libre en cuanto al tema de trabajo en oficina y teletrabajo, cosa que se permitía sin problema alguno, y que tiene sentido como en el caso de desarrolladores de software, diseño o relaciones públicas.

 

Muchos ya tenían su vida hecha en torno a la posibilidad de trabajar de forma remota, alternando con días en la oficina, pero esto supone un importante cambio para muchos, donde algunos incluso ni vivían en la misma ciudad que la oficina.

En parte no es el mayor problema que trae esta decisión, si no la incomodidad que tendrán desde el día de hoy los trabajadores donde se sentirán menospreciados y controlados por la compañía, quedando como si fuesen malos trabajadores, y ahí el consejo ejecutivo de Tesla decepciona.

Si a esto además le sumas los recientes problemas de escasez de aparcamientos, escritorios y insuficiencia de WiFi, esto genera aún más estrés para los trabajadores que podrían acabar dejando la empresa.